024. No mereces nada que venga de mí.

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Una vez que estoy dentro del auto de Justin cierro de un portazo ruidoso, a propósito. El sonido del impacto es tan fuerte que él da un salto en su sitio y no puede evitar darme un vistazo por encima del hombro, solo para verificar si no he estropeado nada de su preciado Ferrari.

Sin embargo, se traga el disgusto y no dice nada, simplemente enciende el motor y su pierna se estrecha contra el acelerador, despegando con fuerza. Cuando el auto empieza a moverse por la ciudad, los dos volvemos a caer en el mismo silencio largo e incómodo que nos ha acompañado durante todo el lapso que hemos permanecido aquí. El ambiente se pone tan pesado que preferiría caminar bajo la lluvia en vez de estar sentada junto a él ahora mismo, respirando el mismo aire.

Todo el camino ha sido así. Desde que vinimos a casa de Finn para recoger un poco de mi ropa, las únicas dos frases que intercambiamos fueron: "¿Quieres que baje contigo?", "No". Y desde entonces nadie dijo nada más. Supongo que eso sólo facilita las cosas. No hay nada qué decir entre los dos, así que lo más probable es que en los siguientes minutos lo único que haya entre ambos sea silencio y más silen-

—¿Estás viviendo con Finn?

Me toma unos segundos notar que sus palabras no son producto de mi imaginación. Giro un poco la cabeza para verle. Justin no despega la mirada del camino ni un segundo, pero la expresión atenta de su rostro me hace entender que quiere... hablar.

—Sí. —suelto, mirando por la ventanilla semiabierta. Las gotas de lluvia se dibujan en el vidrio.

—¿Desde cuándo? —su voz refleja preocupación.

—¿Te importa? —escupo con amargura, y él se gira a mirarme con una expresión rígida en su rostro—No tienes que fingir ¿sabes? Ya no es necesario.

—No estoy fingiendo absolutamente nada, solo te hice una pregunta.

—Bueno, ahórratela. No es tu problema.

Silencio.

Por el rabillo del ojo puedo ver cómo el nudo en su garganta se mueve. Una parte de mí quiere disculparse por ser tan grosera, pero la otra disfruta muchísimo rechazarlo.

—¿Entonces así van a hacer las cosas entre los dos a partir de ahora? —una vez más, él toma la palabra.

—¿Y cómo prefieres que sean? —el tono de mi voz se colma de sarcasmo. Justin arruga la frente.

—Joder, no lo sé. —dice, repleto de angustia y golpea el timón del auto con la palma de su mano. —Escucha Claire, sé que la he jodido contigo hasta el fondo. Sé que dejé que las cosas pasaran entre nosotros y que fui un imbécil por no detenerme cuando tenía que hacerlo. Me dejé llevar y yo--

—Justin—le interrumpo, él se queda mirándome con un precioso brillo cubriendo sus ojos marrones. Toma cada parte de mí ignorar su rostro angustiado, sus labios húmedos, su intensa mirada sobre la mía. Es tan malditamente bueno fingiendo. —, no necesito escucharte de nuevo. Ya tengo bastante claro cómo pasaron las cosas.

HACKER 1 | terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora