HACKER 1 | terminada.

020. Terminemos con esto

Mis pasos son rápidos, no quiero mirar hacia atrás. 

Esquivo a cualquier persona que se interponga en mi camino y tengo que abrir bien los ojos para no tropezarme debido a la oscuridad del lugar. De ese modo, logro encontrar las grandes puertas de salida del club y no lo pienso dos veces antes de irme. 

El frío de la madrugada abraza mi cuerpo de inmediato cuando estoy en el exterior, haciéndome temblar. Y solo cuando estoy ahí, sola, sin nadie al rededor, noto que mi corazón late tan rápido que puedo jurar que lo escucho con claridad y mis manos son un manojo de nerviosos incontrolable. Ni siquiera tengo tiempo de recomponerme, porque escucho pasos atrás de mí y sé muy bien que se trata de él. 

Sus pasos se detienen en seco una vez que está lo suficientemente cerca de mí. Nadie habla, solo está presente el eco de la música del club y el sonido de un par de autos transitando a esa hora de la madrugada. 

Por primera vez en mucho tiempo siento miedo. 

Ya no estamos ahí adentro, en medio de otras tantas personas, de Ashley o de Liam; esta vez estamos solos. Y tengo miedo de girarme y encontrar su mirada, sus brazos, su cuerpo; de escuchar su voz y lo que sea que tenga para decir. No soy tan fuerte como para enfrentarlo. No soy tan fuerte como para enfrentar mis propias emociones... 

—Vete —exclamo abrazándome el cuerpo con mis propias manos.—, regresa a donde sea que fuiste todo este tiempo y no vuelvas nunca más. 

Me quedo quieta, aún dándole la espalda, sin decir una sola palabras más. Por un momento el silencio vuelve a embargarnos, pero no tardo en escuchar sus decididos pasos sobre la acera. Segundos después, su cuerpo está detrás de mí. Me tenso de inmediato cuando siento su firme pecho rozándome la espalda, el intenso olor de su perfume llegar a mis fosas nasales y su respiración calmada tras mi oído. 

Estoy a punto de decir algo, pero Justin toma la palabra y susurra, detrás de mí:

—Perdóname.—su cálido aliento choca contra mi cuello y mi piel se eriza automáticamente.

—¿Perdóname?—me giro a mirarlo llena de ironía. Justin tiene la mandíbula apretada, la mirada triste y las manos dentro de los bolsillos de su pantalón. Estamos más cerca de lo que había planeado soportar y toma cada centímetro de mí no caer en la tentación que supone su cuerpo. Joder, se ve realmente bien esta noche y eso hace todo aún más complicado.

—¿Sabes cuantas veces pensé que te había pasado algo? ¿Que no volvería a verte?—continuo. Mi pecho se aprieta una vez que suelto esas palabras y noto perfectamente cómo Justin hunde la mirada en el suelo.—Por un tiempo creí que te había pasado algo malo ¿sabes? pero luego recordé lo que me dijiste una vez, que Damon y tú se la pasaban todo el tiempo viajando de un lado para otro, sin importar a quiénes dejaban en el camino.—me detengo cuando nuestras miradas hacen contacto. Sé que quiere hablar, pero esta vez es mi turno:—Fui una completa estúpida al preocuparme por ti, Justin. No lo merecías en lo absoluto.