Capítulo 44. "Trina"

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♦ "Trina"

Tres semanas después.

— ¿Me harías el favor de callarte? —gruño mirando las fotos que me a traído Daniel.

Una carcajada suena a mis espaldas. —No estoy haciendo nada malo —se burla. —Pero opino que está demasiado bueno para mi propio bien.

Sigo estudiando con atención las imágenes que tengo en la mesa. Extraño.

— ¿No estás haciendo nada malo? Me desconcentras con tu voz estúpida y estás hablando de mi trasero.

—Me merezco una recompensa por haber traído esas fotos.

—No, no mereces nada.

—A que si —rezonga. —Soy el que hace el trabajo sucio aquí. — Doy media vuelta bruscamente.

—Repite lo que dijiste —se queda callado sin decir una sola palabra mirándome fijamente. — ¿Trabajo sucio? Tú eres el que se va todo el santo día a hacer quien sabe que por allá afuera —hago señas con las manos. — Si más no recuerdo yo fui quien te dijo que investigáramos quien incendió esa casa en la que casi muero y TÚ te rehusaste. También te dije que investigáramos a esos tipos que me dieron esa paliza y fuiste TÚ quien dijo que no. La otra noche te dije que me llevaras contigo para ver a esa mujer sea quien sea y fuiste TÚ quien dijiste que no, que me mantuviera encerrada y esto—señalo las fotos. —Es lo único bueno que has hecho. Me sorprende que me hayas hecho caso. —volteo de nuevo estudiando lo que hay sobre la mesa dejando a un atónito Daniel a mis espaldas.

—Lo siento —me detengo ahí. Él habían dicho lo siento, la palabra se escucha tan extraña salir de su boca que por un momento pensé que lo había imaginado, pero vuelve a repetirlo. —Lo siento, ¿vale? No quería que pensaras de esa forma, mucho menos que creyeras que lo hago por nada, pero todo tiene una explicación...

—Dámela —vuelvo a mirarlo de frente recargando mi cadera contra la madera de la mesa.

—No puedo —afirma. —Pero, pronto, solo espera un poco más.

—No puedo esperar —mi voz sale exasperada.

—Pues tendrás que hacerlo. No hay opción.

—Siempre hay opciones —argumento. —Que tú te estés limitando a una es problema tuyo. Un grave problema, porque como tanto te perjudica a ti también me perjudica a mí.

— ¿Por qué te perjudica a ti? —parpadeo un par de veces consciente de que he hablado de más. No iba a decirle que el que tenía las respuestas era él y no yo. Volteo hacia otro lado intentando cambiar de tema. Un movimiento al frente me hace regresar la mirada para ver parte de su espalda salir por la puerta principal. Se había ido. Otra vez.

Agarro las fotos y las acerco a luz solar que atraviesa por las ventanas, buscando algo, lo que sea que me dé una pista de porque en estas fotos aparece Trina sola y no con Rodrigo.

En una de ellas esta Trina con la mano encima de la cabeza y los ojos entrecerrados, luego hay una donde está tocando una puerta de color café oscuro de una casa mal cuidada y por ultimo una en donde se ve entrando en la casa, pero ninguna señal de Rodrigo. Aunque él podría estar dentro de la casa, pero no puedo afirmar nada porque la persona dentro no se deja ver. Lo que más me llama la atención es la pequeña barriga de Trina, me da ternura, pero no era momento para eso ni mucho menos.

Una serie de fotos se desplazan por la mesa, en cada una de ellas Trina tiene la misma posición, unas son del lunes, otras del miércoles y por ultimo del sábado, pero ninguna del martes, jueves o viernes. Lo que indica que ira ya que es lunes. Me he limitado a saber cómo es que Daniel consiguió todo esto.

Él es raro lo suficiente como para pensar cualquier cosa que sea capaz de hacer, no me limito a una o dos cosas buenas sobre Daniel porque no lo he conocido durante un periodo de tiempo largo, pero había demostrado que ignorarme era lo último de su lista.

Salgo corriendo a través de la puerta y cierro de un portazo yendo directamente hacia el centro de la ciudad.

Daniel había dicho que no saliera porque las posibilidades de que estuviera siendo seguida eran muchas, pero él bien sabia que o no iba a seguir nada de eso.

Cuando pienso que es demasiado tarde como para encontrarme a Trina me detengo en el mismo lugar en donde la vi en las fotos. Miro a los alrededores buscando a esa mata de cabello conocido.

Ahí está.

A unos metros por delante de mi ella se encuentra esperando a que los autos dejen de pasar para poder cruzar la calle. Camino con tranquilidad hacia enfrente viendo fijamente su espalda. Las personas comienzan a moverse y la pierdo de vista. Mierda. 

Escaneo la multitud una y otra vez sin dejar de avanzar. Si va a donde creo que va entonces no necesito buscarla. Bajo la mirada hacia mis zapatillas de deportes y camino junto con toda aquella gente. Cuando me detengo al otro lado de la acera camino unas dos cuadras hasta llegar a donde se supone que debe de estar ella. Me detengo en la esquina de la pequeña unidad consciente de que Trina está a unos metros por delante de mí tocando una puerta, la misma puerta que todos los días anteriores. Alguien le abre y la deja pasar. 

Me quedo ahí hasta que son más de las nueve de la noche. Ella sale con un suéter puesto y abrigándose las manos en él.

Salgo de mi escondite nada secreto y camino solo dos pasos antes de detenerme abruptamente. 

El sonido aterrador que hace una pistola al ser disparada se escucha por la unidad. Y Trina cae al suelo. Pasa a cámara lenta.

Una expresión de miedo quedó impregnada en su rostro, antes de que caiga al suelo estoy segura que ya está sin vida.

Subo ambas manos a mi cabeza restregando mi cabello con sorpresa y rabia. Abro mi boca totalmente indigna de lo que estoy viendo y miro a todos lados observando que no hay nadie cerca. Un dolor en mi estomago me hace doblarme a la mitad y hacia enfrente, vomito. Arcadas vienen continuas avisándome que lo que vi fue realmente asqueroso. Lucho por dejar el dolor de estomago y busco aire frenéticamente antes de que las arcadas vuelvan a mí.

Cuando he conseguido calmarme, respiro agitadamente como si hubiera corrido un maratón de varios kilómetros. Me enderezo, doy media vuelta reteniendo las lágrimas que se acumulan en mis ojos. 

Su muerte. Verla morir frente a mis ojos dolía, pero lo que más me dolía era que ella llevaba un bebé y ahora estaba muerto.

Continuará...

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SEIS capítulos y contando.

AOXO ♣.

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