Capítulo 50. "Fugitiva"

6.9K 642 131
  • Dedicado a A todos mis lectores
                                    

♦ "FUGITIVA"

Toma lo que la vida te depare, toda la mierda -Elizabeth Ellys.

Una razón para seguir adelante era lo que necesitaba, pero, yo no la tenía.

¿Cómo se vive cuando todo ya está muerto? ¿Cómo se sigue adelante si todo lo que dejaste quedo atrás?

No quería pensar de esa manera, no en lo absoluto, tenía que hacer algo. Así que iba a irme. Iba a largarme de aquí.

Me paro frente a la puerta abierta de esa casa y no se exactamente que hago aquí. Algo me llama a que entre, a que observe por última vez y lo hago. Camino recto hasta dar a la cocina dejándome guiar por mi instinto e impulso y cuando me planto delante todo está en orden excepto por una cosa.

Esos números. Números rojos que cambian a cada segundo y que marcan 1:00

Lo primero que hago es quedarme en donde estoy, sin moverme en ningún momento y mi cabeza empieza a pensar en vez de actuar. 00:55.

Alguien sabía que iba a venir aquí, alguien estaba observando mis movimientos. 00:50.

¿Pero quién era si con quien tenía los malditos problemas había muerto? 00:45.

De algún modo, querían verme muerta y no se iban a detener hasta que lo consiguieran, sea donde sea y donde estuviera iban a acabar conmigo y no podía dejar que eso pasara, ¿o sí? 00:40.

No, al demonio con esto. Ya había terminado, no iba a darme por vencida, pero tampoco iba a dejar que me lastimaran, no de nuevo, no otra vez. No podía quedarme, ¿qué estaba haciendo? ¿Estaba a punto de suicidarme a propósito o algo así? 00:30.

Todo esto pasa a una velocidad máxima. Como cuando ves un balón yendo hacia tu dirección, pero no te quitas, no te mueves, te quedas ahí como en estado neutral.

Doy media vuelta, corro a la salida, me alejo de la casa a unos muchos metros considerables y me escondo detrás de un auto antes de que le siga una explosión intensa que hace tapar mis oídos. 

Mi pecho sube y baja por la respiración agitada. Y la realidad me llega. 

Alguien, quien fuese, seguía vivo y lo iba a matar.

Un auto de policía da vuelta y entra al condominio directo hacia la casa explosiva como si  ya tuviera horas esperando allí, como si ya supieran lo que iba a pasar. 

Asomo mi cabeza por un lado del coche intentando ver aunque sea un poco. A unos metros adelante del auto bajan dos policías y de la parte trasera... sale él.

Oh mierda.

Él. Daniel salió de ese auto.

Parpadeo un par de veces pensando que es una ilusión, pero cuando continua caminando con naturalidad hacia la casa sé que es real. Me quedo observando sin realmente observar.

Una ambulancia y bomberos pasan justo frente a mi cara, pero no le tomo importancia. 

Él me quería muerta. 

Fue él todo el tiempo. Estuve con el enemigo todo el rato y ni siquiera lo sabía y lo que más duele es que fui estúpida, tremendamente estúpida. No quería creerlo, podría ser un error, error que se cometió muchas veces, pero estaba decidida. Pronto mi sorpresa y desesperación se convirtió en ira acumulada dentro de mi pecho. 

FugitivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora