Capítulo 39. "Un nuevo mensaje"

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No se ha corregido el capítulo.

♦ "Un nuevo mensaje" 

Camino a paso apresurado directo a mi habitación. La puerta está rota con trozos de madera por aquí y allá. Con manos temblorosas aparto las piezas que hay en suelo manchándolas de sangre. Me dirijo hacia donde está el closet y lo abro sacando toda la ropa que encuentro, lanzo al suelo toda prenda que se entrometa en mi camino y cuando llego al final de la pared encuentro esa caja, la saco con fuerza del cemento y la coloco en mis manos sacudiéndole el polvo.

Busco una mochila y meto cualquier cosa que me sea necesaria, toda para poder sobrevivir.

Hago todo a una rapidez sorprendente.

La ropa que sobra la tiro por la ventana dejándola caer unos metros más abajo para esconder toda sospecha sobre mí.

Puede que alguien venga ahora hacia acá, puede que ya me encuentre en mi lecho de muerte, si lo permitía sí, pero no iba a permitirlo.

Voy al baño y lavo mis manos ferozmente con el jabón, tallándolas una y otra vez quitándome su sangre de mi piel.

Pongo el gorro de mi suéter en mi cabeza cubriéndome parte de los ojos y nariz. Salgo con la mochila colgando detrás de mi espalda, la caja mediana de madera en una mano y el celular en la otra. Marco el número de emergencias.

 —Hubo un accidente —no dejo que nadie hable del otro lado de la línea, solo explico lo que ha pasado. —En la central de Bridgetown, departamento siete, cuarto dos.

—Sí, ¿quién lo reporta? —pregunta. Dejo la caja en el suelo, subo el cierre de mi suéter y vuelvo a tomar la caja rectangular.

—No quiere saberlo —cuelgo. Me posiciono detrás del edificio, recargo mi espalda en la pared con la cabeza cacha para ocultarme de la tenue luz de las lámparas.

Me voy cuando las sirenas tanto de ambulancia y la policía comienzan a sonar cerca, enfrente del departamento.

Cuando llevo un par de minutos caminando llevo la caja hasta a mi cabeza y comienzo a golpearme levemente con ella.

¿Quién iba a pensar que esto pasaría? ¿Quién iba a pensar que todo lo bueno se iría?

—No te golpees —me giro bruscamente hacia la dirección de donde vino la voz. Pongo los ojos en blanco.

— ¿A ti que te importa? —escupo. —Deberías de cansarte el seguirme a todos lados, porque yo estoy cansada.

—Elizabeth, deja de actuar así.

— ¿Así como?

—A la defensiva. —Daniel se cruza de brazos. —No deberías de estar enojada ahora...

—No estoy enojada —interrumpo.

—...porque —continua diciendo como si yo no hubiera mencionado nada. — ya has matado a Kently y eso alivia cualquier tipo...de lo que sea que tengas...

—No alivia nada —gruño. 

—...pero debes saber que por haber hecho lo que hiciste habrá consecuencias.

—No me importa —niego.

—Claro, que te importa.

—No, no lo hace —él mira la caja, yo la presiono contra mi estomago. — ¿Recibiste ordenes de seguirme? —cambio de tema antes de que él mencione algo.

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