Sólo Dios es estable
16. No quieras ser frívola alma mía, ni ensordezcas el oído de tu corazón con el tumulto de tu vanidad. Oye también tú. El mismo Verbo clama que vuelvas, porque sólo hallarás lugar de descanso imperturbable donde el amor no es abandonado, si él no nos abandona. He aquí que aquellas cosas se retiran para dar lugar a otras y así se componga este bajo universo en todas sus partes. «Pero ¿acaso me retiro yo a algún lugar», dice el Verbo de Dios? Pues fija allí tu mansión, confía allí cuanto de allí tienes, alma mía, siquiera fatigada ya con tantos engaños. Encomienda a la Verdad cuanto de la verdad has recibido y no perderás nada, ante se florecerán tus partes podridas, y serán sanas todas tus dolencias y reformadas y renovadas y unidas contigo tus partes inconsistentes, y no te arrastrarán ya al lugar adonde ellas caminan, sino que permanecerán contigo para siempre donde está Dios, que nunca se muda y eternamente permanece.
17. ¿Por qué, alma pervertida, sigues a tu carne? Sea ésta la que te siga a ti convertida. Todo lo que por ella sientes es parte, mas ignoras el todo cuyas partes son, y que, sin embargo, te deleitan. Pero si el sentido de tu carne fuese idóneo para comprender el todo y en castigo tuyo no hubiera sido éste reducido a comprender una sola parte del universo en su justa medida, sin duda que tú suspirarías por que pasase todo lo que existe de presente, para mejor disfrutar del conjunto.
Porque también lo que hablamos, por el sentido de la carne lo percibes, y no quieres que las sílabas se detengan, sino que vuelen, para que vengan las otras y así oigas el conjunto. Así acontece siempre con todas las cosas que componen un todo, y cuyas partes todas que lo forman no existen al mismo tiempo, las cuales más nos deleitan todas juntas que no cada una de ellas, de ser posible sentirlas todas. Pero mejor que todas ellas es el que las ha hecho, que es nuestro Dios, el cual no se retira, porque ninguna cosa le sucede.
ESTÁS LEYENDO
LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN
No FicciónEs un libro autobiográfico de Agustín de Hipona, conocido también como san Agustín o, en latín, Aurelius Augustinus Hipponensis ,es un santo, padre y doctor de la Iglesia católica, llamado también el «Doctor de la Gracia» fue el máximo pensador de...