Estímulos saludables y secretos
12. Pero tú, Señor, permaneces eternamente y no te aíras eternamente contra nosotros, porque te compadeciste de la tierra y ceniza y fue de tu agrado reformar nuestras deformidades. Tú me aguijoneabas con estímulos interiores para que estuviese impaciente hasta que tú me fueses cierto por la mirada interior. Y bajaba mi hinchazón gracias a la mano secreta de tu medicina; y la vista de mi mente, turbada y obscurecida, iba sanando de día en día con el fuerte colirio de saludables dolores.
ESTÁS LEYENDO
LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN
NonfiksiEs un libro autobiográfico de Agustín de Hipona, conocido también como san Agustín o, en latín, Aurelius Augustinus Hipponensis ,es un santo, padre y doctor de la Iglesia católica, llamado también el «Doctor de la Gracia» fue el máximo pensador de...