Besos de Hielo - Omegaverse - Viktuuri

5

El día estaba llegando a su fin, pero el sueño seguía huyendo de Yuuri. Se aferraba a las mantas casi de manera inconsciente, percibiendo el aroma de Viktor en ellas. Pero no era suficiente para él, sus instintos de Omega demandaban la presencia del Alfa con tanta insistencia que dolía.

"¿Dónde estás Viktor?"

Viktor, por otro lado, sufría las mismas consecuencias que Yuuri. Era cansado luchar contra sus instintos y deseos. ¿Por qué no se había quedado con él? Fácil.

—Llegaste antes de lo que esperaba —contestó el pelirrojo sentado sobre su escritorio, mirando diferentes documentos esparcidos en el mismo.

—No sé porque Delia se preocupó tanto por conseguirte una silla cuando ni siquiera la usas.

Lucas sonrío ante la mención de su Omega, recordando cuánto le había insistido en que se consiguiera una silla. No la necesitaba, siempre se sentaba sobre su escritorio, pero su Omega había insistido tanto que al final tuvo que ceder.

—Me concentro mejor así —comentó Lucas—. Delia es la que usa la silla cuando no estoy. Pero dudo que hayas venido hasta aquí para hablar de si uso o no la silla. Es sobre Yuuri, ¿verdad?

—Quería saber si hay posibilidad de que se quede en la manada.

Lucas alejo la vista de los documentos y se concentró en el semblante de Viktor. Su aroma era muy diferente al habitual, aunque Lucas lo asociaba con la presencia del Omega.

—Si es un lobo solitario y desea quedarse, puede hacerlo, no me opondré a ello.

— ¿Lo dices en serio?

— ¿Por qué diría que no? La mayoría parece aceptarlo y los cachorros lo adoran. Por no mencionar lo obvio.

Lucas sonrío maliciosamente, provocando que las mejillas de Viktor se tornaran ligeramente rojas. Yuri ya se lo había dicho, pero que Lucas ya lo hubiera notado lo tomo por sorpresa.

—No te sorprendas, tus instintos te delatan. ¿O crees que no note como gruñiste cuando estaba observando el estado de Yuuri?

Lucas se empezó a reír, aumentando el sonrojo de Viktor. ¿Tan obvio era?

—Yuuri puede quedarse todo el tiempo que quiera —dijo y rápidamente su semblante se tornó serio—. Pero si resulta tener manada, sabes que no tengo más opción que regresarlo. No hay mucho que pueda hacer en esa situación.

— ¡Algo debes de poder hacer!

Los ojos se Viktor cambiaron a los de su forma lobuna. Lucas podía percibir la desesperación de su lado animal, Viktor rara vez perdía la paciencia.

—Dije que no había mucho que pudiera hacer, no que no pudiera hacer nada —le corrigió Lucas—. La próxima reunión será en dos semanas. Tienes hasta entonces para averiguar si Yuuri siente algo por ti o no. Si resulta ser un sí, puedo pedir un cambio de custodia. Es tu mejor opción.

Viktor se calmó un poco, causando que sus ojos regresarán a la normalidad. Lucas se bajó del escritorio, posicionándose enfrente de Viktor.

—Tranquilízate.

—Más fácil decir que hacer.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del pelirrojo. Le recordaba un poco a él cuando encontró a Delia, claro que las circunstancias fueron distintas.

—Ve con él.

Lucas sonrío y dejó que Viktor se fuera. Regreso al escritorio, regresando su atención a los documentos que estaban esparcidos en forma de círculo.