Besos de Hielo - Omegaverse - Viktuuri

15

La mirada penetrante de Viktor tenía nervioso a Lucas, después de todo llevaba cinco minutos sin despegar sus ojos del pelirrojo, quien después de llevarlo a una habitación vacía, se había quedado callado, evitando el contacto visual.

— ¿Por cuánto tiempo más me vas a tener esperando?

—No me lo pones fácil —se quejó Lucas sentándose sobre la mesa que había en la habitación.

—Sería fácil si no te quedarás callado. ¿Dónde está Yuuri?

—Elora está cuidando de él.

— ¿Pasó algo? ¿Se encuentra bien?

—Está... bien, por así decirlo —dijo antes de mirar a Viktor, cuya mirada se había vuelto tan fría como el hielo. Suspiro lentamente—. ¿Sabías algo sobre si Yuuri tenía problemas para transformarse?

Lucas se sorprendió de lo rápido que cambió el semblante del peliplata, pero este no pronunció palabra alguna. Se quedó callado, viendo a la nada. Y si Lucas conocía a su amigo como creía, ese silencio era un sí.

—Me imagino que él nunca mencionó nada al respecto y tú no preguntaste, ¿verdad?

—No quería presionarlo —susurró Viktor apenas audible para Lucas, deseando en el fondo haber preguntado en cuanto tuvo la oportunidad—. Había mencionado que no se podía transformar, pero decidí esperar a que el me lo dijera. Cierta parte de mi quería creer que era por la herida que tenía, pero si Elora lo está cuidando, me imagino que es algo grave.

—Si y no —dijo antes de bajar de la mesa y colocar una mano sobre el hombro de su amigo—. Yuuri tiene estrés post-transformación.

— ¿Y eso es...?

—Resumido es que Yuuri tiene problemas para transformarse. Según Elora, este trauma surge de transformaciones forzadas. Siendo honesto, me enteré hace solo unos minutos de que existía, así que si quieres más información al respecto deberías hablar con Elora, pero por lo que me dijo, parece ser que no es tan malo y que desaparecerá con el tiempo.

El peliplata miro a su amigo, quien a pesar de darle la noticia de que lo que tenía Yuuri desaparecería con el tiempo, su semblante era demasiado serio.

—Ya suéltalo.

— ¿Eh?

—Hay algo que no me estás diciendo, así que suéltalo de una vez.

—Siempre has sido muy observador —comentó Lucas apenado—. Pero estás en lo cierto. Resulta qué hay cosas que no cuadran con relación a Yuuri. Elora no encuentra relación entre su estado físico y su forma de ser, lo que más la tiene inquieta es que él tenga este tipo de trauma.

— ¿Por qué?

—Parece ser que solo sucede con los solitarios, pero por lo que entendí no es común que sufran de este trauma —Lucas camino hasta la puerta de la habitación, sintiendo de repente un cansancio físico y emocional—. Quizá lo mejor sea que vayas con Elora, están en la habitación número cinco.

Lucas dejó la estancia, quedando Viktor completamente solo. Sin más que perder, se dirigió a la habitación en donde se encontraba el Omega. Lo que se encontró al abrir la puerta lo entristeció. El azabache se encontraba acostado en la cama, estaba notablemente más pálido y respiraba tan lento que incluso parecía que no estaba respirando en lo absoluto.

—Está estable, así que puedes estar tranquilo —dijo Elora mientras salía del baño. Había tenido que quitarse el resto de sangre de las manos o se estaría arriesgando a tener un Viktor preocupado en la habitación. Y eso era lo que menos quería.