Besos de Hielo - Omegaverse - Viktuuri

21

— ¿Eso es todo? —pregunto Lucas, poco convencido de lo que salía de los labios de su mejor amigo. Estaba sentado en su escritorio, mirando a Viktor.

—Eso parece.

— ¿Estás seguro?

Esta vez fue el turno de Elora de hablar, quien se encontraba del lado derecho del pelirrojo. Ninguno de aquellos dos Alfas estaba conforme con lo que acababan de escuchar. Nada tenía sentido, pero al mismo tiempo parecía que sí.

— ¿Por qué están tan desconfiados? Les estoy diciendo todo lo que Yuuri me dijo. Ni más ni menos.

—No te tomes a mal nuestro comportamiento —respondió Elora—. No sé si será lo mismo para Lucas, pero al menos para mí hay algo que no cuadra.

— ¿Como qué?

—Su comportamiento. Está demasiado tranquilo alrededor de los demás.

— ¿Acaso debo recordarte cómo era cuando llego? Desconfiaba hasta de su propia sombra, por no mencionar que apenas y hablaba con alguien.

—No me refiero a eso. Bueno sí, pero no... —suspiró frustrada y empezó a masajear su frente con los dedos—. Lo que estoy tratando de decir es que su comportamiento no era errático o agresivo en torno a los demás. Si realmente hubiera pasado varios años en el bosque como un solitario, su forma de actuar estaría más a la defensiva o incluso sería agresiva.

— ¿Estás completamente seguro de que no estas omitiendo nada? Quizá hayas pasado algo por alto o se te olvidó mencionar un dato que creas que no es relevante.

—Cualquier cosa que sepas es importante —completó Elora.

Viktor se quedó pensativo, recordando a detalle cada palabra del azabache. Procesando lentamente cada una de ellas, asegurándose de que no omitía nada. Un recuerdo distante apareció en su mente.

—Ahora que lo mencionas, Yuuri me contó que conoció a otro lobo, se llamaba Lucían.

— ¿Hace cuánto lo conoció?

—No lo sé, no me dijo nada sobre eso.

— ¿Y dónde está ahora?

—Me dijo que desapareció hacía más o menos un año. Él cree que está-

—Muerto —interrumpió Lucas. Un suspiro salió de sus labios—. Supongo que eso llena los vacíos —comentó mirando de reojo a Elora.

—Se podría decir que sí. Con todo lo que nos acabas de contar, se explican sus cicatrices, su comportamiento y su problema para transformarse. Sin omitir su falta de confianza.

—Entonces fue un caso aislado —Viktor miró esperanzado a ambos pelirrojos.

—Es muy pronto para estar seguros, bien podría ser un caso fallido de secuestro —hablo Lucas con tono serio, demasiado serio para lo alegre que solía ser—. Agrega esta información al reporte de Yuuri. Partiremos en una hora, así que trata de tenerlo listo.

—Me pondré en ello enseguida. Y ahora, si me disculpan, tengo que terminar de preparar todo.

El silencio de la habitación solo era interrumpido por el sonar de los zapatos de Elora alejándose en la distancia. El ambiente era tenso e incómodo.

— ¿Por qué parece que no estás satisfecho?

Lucas se bajó de su escritorio y se dirigió hacia la ventana que estaba detrás, la cual le dejaba ver las casas de los miembros de la manada.

—Porque no lo estoy —comentó—. Espero que no tomes a mal lo que voy a decir, pero de cierta forma espero que no sea un caso aislado.

— ¡¿Cómo puedes decir eso?!