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El silencio en la habitación era demasiado sofocante. El peso de las palabras de Yuuri les había pegado de diferente manera a cada uno de ellos, pero no podían dejar que lo que sentían interfiriera con lo que debían hacer.

—¿Cuál es el plan?

Elora fue la primera en romper el silencio, la primera en regresar a la realidad de la situación y sacar de sus pensamientos a las cabezas más importantes de la manada.

—Yuuri nos acompañará a la junta del Consejo como estaba planeado —respondió Julian.

—¿Crees que sea prudente? —Lucas lo miró fijamente—. No sabemos qué manada es la responsable. Yuuri los vio, pero no sabemos si ellos lo vieron. Llevarlo podría ser lo mismo a entregárselos en bandeja de plata.

—Lucas-

—No —interrumpió a su padre—. A menos que tengas una buena razón por la cual deba de ponerlo en peligro, no pienso sacar a Yuuri de la seguridad de esta casa.

—Lamento decirte esto Julian, pero tú hijo tiene razón. Arriesgarlo de esa manera no es lo correcto, menos ahora que el lazo entre Viktor y Yuuri se ha estado fortaleciendo en los últimos días. Sabes bien que a Viktor no le agradará la idea de ponerlo en peligro.

—Soy muy consciente de ello, pero no podemos ir frente al Consejo sin él. Ambos saben que están al tanto de que encontramos a alguien herido en el bosque y demandarán verlo y saber de él. Si les negamos eso, podríamos crear un conflicto con las demás manadas y empezarían a desconfiar de nosotros.

—Entonces digamos que está indispuesto, podemos usar de excusa el viaje. No sería la primera vez.

—Aún así tiene que ir, necesitamos que identifique a la manada antes de la junta. Si resulta que son parte de este Consejo, podríamos estar en serios problemas.

Elora miró a padre e hijo, ambos parecían hablar con la mirada y sabían perfectamente las consecuencias de lo que planeaban hacer. Era como un juego de quien disuadía a quien de seguir su plan, algo que pese a que Julian le había enseñado todo lo que sabía a su hijo en esos duelos de miradas, Lucas aún era demasiado joven para tener la experiencia que él poseía.

—Espero que sepan lo que hacen, por qué algo es seguro. Si descubren quién está con nosotros, lo querrán de vuelta y espero que tengan un plan para eso —comentó Elora al tiempo que se paraba y salía de la habitación.

Yuuri estaba nervioso. Hace media hora que habían salido de la mansión, encontrándose ahora en una de las habitaciones de la casa principal, donde se llevaban todos los asuntos relacionados con el Consejo. Habían llegado antes que las demás manadas, todo por su protección, pero ¿por qué estaba tan inquieto?

Viktor estaba hablando con Lucas, tenía el ceño ligeramente fruncido, Elora se encontraba con Julian y parecía algo molesta, Otabek, Chris y Seung se mantenían en silencio cerca de la puerta de entrada, como si en algún momento alguien fuera a entrar por sorpresa y cometer un crimen. Su nerviosismo aumentaba con cada segundo que pasaba y deseaba intensamente que Phichit estuviera a su lado para ayudarlo a distraerse.

—Muy bien, ya conocen el plan —dijo Lucas llamando la atención de todos—. En caso de que algo llegara a salir mal, nuestra prioridad es la seguridad de Yuuri. Sin más que decir, hora de irnos.

Salieron de la habitación y caminaron en silencio hasta el salón principal, donde se llevaría a cabo la reunión. La ropa empezaba a molestarle al azabache, sintiéndose acorralado y a punto de caer en un ataque de pánico. Deseaba huir, perderse en el bosque y que nada ni nadie lo encontrara jamás. No podía volver a verlos, no quería volver a sentir esos escalofriantes ojos recorrer su piel como si de un aperitivo se tratara, como si no fuera más que un objeto. Cada parte de su cuerpo gritaba "peligro" y podía sentir como el mismo estaba empezando a prepararse para una transformación forzada.

Besos de Hielo - Omegaverse - ViktuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora