Con lentitud, Lila cerró la puerta detrás de ella, ingresando a la casa sigilosamente. Aunque la negrura de la noche era espesa, no encendió la luz. El alumbrado público se colaban por las ventanas abiertas, proporcionando una tenue iluminación que resultaba útil. A pesar de su cautela, Green escuchó sus pasos desde la cocina y se dirigió a ella de inmediato.
—¡Lila!— Enunció, provocando que su hermana se sobresaltara.
—¡Por todos los cielos, Green! ¡Casi me matas!— Exclamó la chica, asustada. —¿Qué haces despierto?
Él encendió las lámparas. La claridad emanando de éstas reveló la sonrisa que mostraba el muchacho.
—Te ausentaste todo el día, estaba preocupado, enana— Recriminó.
—Sí, yo... Lo siento— Se disculpó la aludida, desviando su mirada hacia el suelo. —Se me presentó una urgencia— Explicó en un murmullo.
—Supongo que esa urgencia tuvo que ver con el chico de las flores, porque no estabas en la clínica cuando llevé a Brown con el médico— Se mofó él, divertido.
—¿Cómo le fue a Brownie? ¿Qué tal los resultados?— Interrogó ella, volviendo a concentrar sus ojos en los de su interlocutor.
—Le quitaron el catéter, todo salió normal. Su corazón está a salvo, así que podremos marcharnos la próxima semana— Notificó.
—¿La próxima semana?— La muchacha se desconcertó. —¿No son en esa fecha las carreras?
—No correré— Sentenció el piloto, con voz ronca.
—¿No correrás? Pero... Creo que esta es una gran oportunidad, Green. Tienen la calle Helix ahora, el dinero se va a disparar según he oído. Esas ganancias serían sumamente provechosas ahora que las necesitamos.
—Lo sé. Esta carrera tiene un gran beneficio económico, pero ya pauté la fecha de salida en el aeropuerto, además...— Se interrumpió a sí mismo, incapaz de continuar hablando.
—Además... ¿Qué?— Lo incitó ella, recelosa.
Su hermano inhaló aire profundamente antes de decir:
—He vendido la mayoría de mis coches.
—¡¿Hiciste qué?!— Soltó la joven, estupefacta. —¿Cuándo? ¿A quién?
—Hice las negociaciones en los últimos días. Por supuesto, solo unos pocos de mis autos tienen papeles en regla así que los vendí a los otros pilotos. Cameron me ha comprado tres... Prácticamente, su dinero está pagando la primera sesión del tratamiento— Declaró. —Es la única forma que se me ocurrió para conseguir efectivo rápido sin tocar mis ingresos, ya que estoy seguro de que necesitaremos de ellos después, cuando tengamos que repetir los procedimientos.
Lucía abatido por la pérdida de sus automóviles, más la determinación era firme en su semblante.
—Bueno...— Lila no supo que decir ante aquella inesperada noticia. Sólo asintió en acuerdo, mostrando su apoyo. —¿Qué hay en la búsqueda de empleo?
—Apliqué a varios pero cuando me preguntan por mi experiencia laboral, estoy frito. No puedo justificar porqué estuve tanto tiempo sin un trabajo blanqueado.
La enfermera se mantuvo en silencio varios segundos. La expresión en su rostro delataba que estaba meditando alguna ocurrencia. Finalmente, habló:
—¿Aún te queda algún vehículo con un motor decente? ¿V8 o V6?
—Por supuesto. Son los únicos que no he vendido por el momento— Green tragó saliva. —Me costará mucho poder alejarme de ellos.
—Entonces puedes correr en Helix. Será la última carrera para ti si eso quieres, pero no puedes rechazar esto. De verdad, ese dinero es necesario ahora— Discurrió la chica.
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Clandestinos
Teen Fiction"Acelera el motor y no pises los frenos. Esta será la carrera mas difícil de tu vida". * (Prohibida la copia/adaptación/reproducción total o parcial de la obra. Ley de Propiedad Intelectual 11.723. Patente DNDA)