Una mujer merece un hombre decidido a conquistar y valorar su corazón y que a pesar de todo luche por cumplir cada promesa, no un hombre sin carácter que después de un tiempo diga que ya no la ama.
Karina herrera.
Despierto con una sonrisa imborrable en la cara, me sonrojo cuando noto que James sigue junto a mí mirándome con mucha atención.
No puedo evitar sentir un dragón devorando todo dentro de mí, cuando noto su sonrisa ladeada, y no entiendo todas estas emociones, no entiendo todo lo que ha pasado, solo entiendo que siento una necesidad enfermiza de volver a repetir y repetir hasta saciarme.—Hola—dice con la voz entrecortada —veo que despertaste de muy buen humor, date una ducha, vístete y baja a cenar.
— si amo, como usted ordene —me levanto sintiendo náuseas y como todo da vuelta a mi alrededor, trato de incorporarme y de repente todo se vuelve negro.
Despierto por segunda vez, pero con un dolor de cabeza agudo y muchas nauseas, cuando mis ojos se acostumbran a la luz veo a William sentado frente a mi mirándome con enojo, un doctor revisando unos papeles y un pequeño tubo conectado a mi brazo por donde baja un suero transparente.
—Veo que se despertó señorita —habla el doctor mientras me mira expectante — en su estado debería cuidarse mejor, pasar un día sin comer le pudo haber provocado consecuencias a su embrión, debería ser más responsable.
En el momento que menciona la palabra embrión, el mundo se me viene encima, no sé cómo reaccionara William porque si le pasa algo a mi bebe me muero, es lo único bueno que me ha pasado.
—Doctor retírese por favor — su voz fluye con un tono de enojo que realmente me da mucho miedo. El hombre asiente con seriedad como si comprendiera su enojo.
— A ver Madi ¿cómo es eso de que estas embarazada? — Ríe amargamente — me lo debí imaginar, pero te diré algo si tomo la decisión de que nazca será bajo algunas reglas que deberás cumplir, y te juro Madi que si fallas una o no nace o no lo vuelves a ver jamás.
Un nudo se forma en mi garganta y William sale de la habitación vuelto una fiera, empiezo a llorar con desesperación, haré lo que él quiera pero que no dañe a mi bebe, es una criatura inocente él no tiene la culpa de los pecados mío y su padre.
Además él es tan padre, como yo madre, no puede ser que yo se la única que lo ame, o bueno si mi madre siempre me quiso y mi padre siempre me odio.
Pero, también es su culpa él es quien usa mi cuerpo cuando le viene en gana, es él quien debe asumir la otra parte de esta responsabilidad, yo no cree este pequeño ser humano sola, ahora no puedo simplemente venir con que no lo desea, si, ya sé que es un maldito, pero ver cómo trata a Molly me da esperanzas, de seguro solo quiere asustarme.
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Te Pertenezco (Editando)
RomanceMadison Smells y Madelaine Gruh tienen en común dos maldita cosa, ambas son pelirrojas y ambas son el capricho de un hombre roto y perdido. ¿Qué final puede tener una niña que fue abandonada a sus 3 años en un orfanato, con tan solo un peluche de f...