capítulo 12

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Diez minutos antes de que llegara William, cristina nos avisó que saliéramos hacia la parte delantera de la casa.

Estoy tan feliz de poder apreciar de cerca la hermosa casa, el encierro me enseño a apreciar la más mínima libertad, el poder respirar aire puro, poder apreciar el olor de las hojas en otoño, de los troncos fuertes y el húmedo césped.

El sonido de un auto me saca de mis pensamientos, William se desmonta del con elegancia junto con dos hombres vestidos de negro, altos y musculosos, uno es de piel muy pálida y ojos azules, con el cabello de un rubio extremadamente claro, mientras que el otro es de piel morena, con ojos verdes y cabeza raspada.

Molly sale corriendo hacia los brazos de su padre el cual la recibe con un fuerte abrazo y una gran sonrisa, mientras que Samanta no espera que William llegue bien hacia el lugar donde se encuentra para abrazarlo descaradamente, juntos los tres caminan hacia mí que estoy parada justo en la puerta de entrada, Samanta viene un paso hacia delante de William meneando descaradamente sus caderas cubiertas por una minifalda dorada, que hace resaltar todas sus curvas.

William se para delante de mi haciéndome un gesto de que entre a la mansión, hago caso de inmediato, mientras ellos caminan detrás de mí.

— Madi sube hacia la habitación necesitamos aclarar algo — habla en tono serio — Samanta lleva a Molly a comer las veo en un rato.

El amo entra detrás de mí a su habitación, a la cual tengo permiso de entrar a partir de hoy. Yo por mi parte siento mis piernas flojas, no se quien le habrá dicho de mi embarazo, no puedo creer que fue Andrea, no debí confiar en nadie, aquí todos son unos malditos perversos.

No acaba de entrar bien cuando ya está besando mis labios, como si nunca hubiese besado, tardo unos segundos en seguirle el ritmo, cuando reacciono estoy sobre la cama en ropa interior, con William besando mi cuello, su aliento choca contra mi piel y los bellos se me ponen de punta, los besos siguen su curso hasta mi abdomen donde juega con su lengua, para luego volver a subir a mis senos, los aprieta con fuerza pero de una manera cuidadosa, los besa y mordizquea suavemente haciéndome tocar el cielo y olvidarme por un momento de mi realidad.

baja a mi zona íntima y antes de empezar a lamerla de forma pausada me dedica una mirada llena de lujuria y deseó, no puedo evitar soltar grandes gemidos cada vez que siento su lengua adentrarse en aquella parte, de un momento a otro me encuentro sumida en una burbuja de pasión, me siento en las nubes cuando con aquella suavidad me penetra, sus embestidas son suaves y mis gemidos intensos, de repente empieza a ir de prisa y ciento como mis piernas se aflojan al llegar el mejor y único orgasmo de mi vida, siento algo caliente bajar por mi entrepierna y me doy cuenta que el ya termino y espero que tan bien como yo.

Dejo mis ojos cerrados mientras disfruto el momento, no puedo aún creer lo que acaba de pasar, nunca me había hecho sentir así, nunca había experimentado está sensación.

Te Pertenezco (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora