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Despierto con los rayos de luz que entran por la ventana. Miro a mi alrededor y una sonrisa maliciosa nace en mis labios cuando fijo mi objetivo. Me muevo sigilosamente para no espantar a mi presa y cuando ataco lo hago con un beso suave en sus labios, sigo bajando con pequeños besos, hasta su cuello, lugar que muerdo hasta sentir un leve gruñido.

—Mujer — susurra antes de despertar completamente, y estampar su boca con la mía.

Sus manos fuertes, suben por mi pierna y al notar mi humedad, vuelve a gruñir. Se separa de mí, mientras me masturba y mirándome a los ojos habla.

— ¿Qué quieres conmigo Madi? — un gemido escapa de mis labios y de inmediato vuelve a abalanzarse a mi boca.

William

Entro a mi oficina con la mente hecha un remolino, no paro de pensar en Madison, maldición.

Recuerdos de esta mañana llegan a mi mente, y una erección quiero romper mi ceñido pantalón de tela. Esta mujer me volverá loco.

Miro el cuadro con una foto de Marly, Molly y Madison y por primera vez en años me siento completo. Agarró la foto del cumple mes número 6 de Marlen, miro su sonrisa, sus ojitos y esa pureza que no permitiré nadie dañe.

Salgo del trabajo temprano, y antes de pasar por Molly al colegio de señoritas, me paro en un reconocido centro comercial de la ciudad.

Merodeo por los pasillos buscando algo para llevar a casa, me paro en una floristería y miro unas rosas rojas tan hermosas como ella, así que decido comprar el obsequio. Junto a un cintillo cubierto de pétalos blancos para mi hijita y un tulipán para Molly.

Llego al colegio justo a tiempo para ver a todas las niñas salir, distingo el cabello rojo de mi hija entre las demás niñas y veo como conversa con sus otras compañeras.
Cuando me ve no duda en dejar todo y correr hacia mis brazos.

—Te amo padre — le doy un beso en la frente antes de responder. — también te amo hija.

Madison

Veo llegar a Molly con un tulipán en manos, más detrás a James con un ramo de rosas y una bolsa. Y sonrió poco a poco he empezado a jugar mis fichas.

Agarró a mi hija en brazos, ya con sus 7 meses cumplidos. Bajo las escaleras con una sonrisa y recibo a mi esposo con un beso en los labios.

— Traje algo para ustedes— con su elegancia característica me pasa el ramo de flores.

—Es realmente hermoso — habló con sinseridad — igual que tú — responde, colocando un cintillo de pétalos en la cabeza de nuestra revoltosa hija.

— sabes que se lo quitaría — sonrió mirando a mi hija lanzarlo lejos — odia llevar cosas en la cabeza aún.

— A menos hice el esfuerzo — sonríe — ven con papá Marly, tenemos serias cosas de que conversar — agarra a mi pequeña y empieza a llenarla de besos, mientras ella hala el cabello de su padre para despegarlo, realmente sera una niña con temperamento. No apoya nada que no le guste.

Mi pequeña Marly la pieza más importante de mi juego.

Te Pertenezco (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora