capítulo 16

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Llegamos al restaurante y una rubia nos dirige hacia una mesa familiar, miro a mi alrededor y todo parece estar en orden, es como si trataran de que el lugar sea lo más perfecto posible.
Busco desesperadamente una forma de perjudicar a William, pero no encuentro nada de utilidad, bajo mis hombros en señal de cansancio y desesperación, a lo cual samanta ríe y William me mira serio, realmente no entiendo a este tipo, pero hago un esfuerzo por tratar de comportarme.
Miro el menú y la verdad nada me interesa, pero decido apostar por un postre de piña, por lo cual consigo otra mirada nada buena de su parte, y una risita mal intencionada de la tonta.
Comemos tranquilos hasta que se acerca alguien conocido para mí, entre esta enorme multitud. Es el hombre con el cual me encontré en la fiesta donde conocí los padres de mi amo
—Hola, Smith, veo que andas con un grupo de hermosuras— saluda a mi amo con un apretón de manos, y nos mira con una sonrisa.
Es castaño y tiene unos hermosos ojos verdes, una barba de unos tres días y unos brazos fuertes. Samanta no pierde tiempo y le dedica una sonrisa de golfa.
—Madison, ¿verdad?— se acerca y me da un beso en la mejilla al igual que a Samanta, mientras a Molly uno en la frente.
—Exactamente — respondo con una sonrisa, es bastante agradable; a lo que William, arquea las cejas y me mira con sorpresa y algo de enojo.
—cuanto tiempo sin verte, soy Louis Robinsón, socio de tu prometido — sonríe aún más y yo hago lo mismo, pero el amo rompe nuestra conexión con su intervención.
—Es mi prometida, la presente en la fiesta de la empresa, y vamos a tener un hijo, te pasaré la invitación para la cena de anunciación de la noticia. — Louis me mira con algo de sorpresa y a mi prometido con una cara de confusión — Felicidades para ambos, de seguro será un bebe hermoso, quizás pase por allá, en cuanto a la fiesta sabes que no llevo muy en mente ese tipo de encuentros — Se despide de todos, y mientras lo hace lo sigo con la mirada, algo en el me llama la atención.
El amo me mira desaprobación y samanta no pierde tiempo para hablar, y sacar su veneno de víbora.

—Veo que le sonríes muy lindo al amigos de William, no me digas que te gusta— se ríe de forma escandalosa, lo que hace que aumente el enojo de mi amo, y de por terminada la velada.
—Gracias, samanta por siempre poner tu opinión donde nadie la pide — me paro de la mesa y empiezo a caminar hacia afuera, no me importa que el estúpido de William quede mal frente a toda esa gente, estoy harta; una lágrima gorda y pesada sale de mis ojos, no aguanto más. Solo por querer conocer a una buena persona, está noche será otro maldito infierno, tengo tantas ganas de gritar y romper todo.

Te Pertenezco (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora