Capítulo 26 parte 1. INCOMMODUM

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Cella X. Palacio del Sino, Moiral.

Hypnos irrumpió en los aposentos de Moros hecho una furia:

—¡Moros, esto es inadmisible!

—¿Qué te ocurre Hypnos? ¿A qué se deben esos gritos?

—No me gustó lo más mínimo eso de hacer que Adara tuviera un pretendiente del reino enemigo, pero puesto que me aseguraste que escaparía acepté seguirte el juego... ¡Pero esto ya es intolerable!

—¿Qué es intolerable? ¿A qué te refieres, hermano? —preguntó Moros sin entender nada.

—¡El otro pretendiente! ¿Qué piensas hacer, que huya dos veces? ¿O pretendes que huya de uno y se case con el otro?

—¿De qué otro pretendiente me hablas?

—Ohhh no...  Si no has sido tú… entonces ha debido ser Eris…

—Explícame ahora mismo qué está pasando, hermano.

—El reino de Rogaland también ha pedido la mano de Adara.

—Pero si ese reino está en paz con Agder desde hace años…

—Lo sé, por eso pensé que tú habías intervenido…

—Pero como bien has supuesto ha debido de ser Eris la responsable de este imprevisto… Está claro que ha convencido al hijo del jarl Kolbein para que se case con Adara; seguramente lo controlará como si de un títere se tratara…

»Deprisa hermano, reúne a todos, que vengan cuanto antes. Tenemos que evitar que Adara caiga en sus manos. Debemos actuar a la mayor brevedad posible…

En apenas una hora todos los dioses implicados estaban reunidos en el atrium del palacio de Moros.

—Bienvenidos —exclamó Moros a modo de saludo.

—¿Qué ha pasado ahora, Moros? —preguntó Ker con semblante disgustado.

—Eris ha actuado ya —respondió el Destino con semblante serio.

—¡¿Qué?! —exclamaron todos a la vez.

—¿Tan pronto? —preguntó Filotes.

—Sí. Ha interceptado el plan que ideé para que Adara se pusiera en marcha.

—¿De qué plan estás hablando, Moros? —preguntó Némesis molesta— Creo recordar que acordamos que Hypnos influiría en los sueños de Adara, pero nada más…

—Y así lo he hecho, hermana —le confirmó Hypnos.

—Soy el destino, Némesis, ¡ni siquiera tú puedes decirme qué hacer!

—Pero nos regimos por unas leyes y normas que hasta tú, Destino, debes acatar…

—¿Qué es lo que has hecho, Moros? —Quiso saber Thánatos.

—Le envié un pretendiente a Adara para que se viera presionada por el inminente matrimonio y huyera… Mientras tanto, Hypnos le mostraba una salida en sus sueños…

—Es decir, que Hypnos le hizo partícipe de una visión en sueños —dedujo Filotes.

—¿Y qué pasa con Eris? —preguntó Ker.

—Ha descubierto mi plan y ha convencido al hijo heredero de otro clan para que la pida también en matrimonio. Ahora Adara tendrá que elegir a uno de ellos…

—¡Si elige a uno de los dos nunca se encontrará con Talos! —exclamó Filotes preocupada.

—Y no sólo eso, hermana... Si escoge al muchacho embaucado por Eris, estará controlado por ella en todo momento, en cuanto Adara se case con él quedará a su merced y de la de Érebo —explicó Hypnos.

DEA NOCTIS {El Origen} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora