Capítulo 29 parte 1: KOLBEIN 'EL ROJO'

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Campamento de Rogaland. Reino de Agder, Escandinavia.

—¿Dónde está el irresponsable de mi hijo? —inquirió el jarl Kolbein ‘el rojo’ sentado en su tienda.

—Lo vieron llegar esta tarde con la völva, mi señor.

—¿Con la muchacha? ¿Y por qué no han venido a mostrarme sus respetos?

Unas apenas perceptibles risas se escucharon entre sus hombres, y Kolbein montó en cólera (pues bien era por todos conocida la escasa paciencia de este jarl):

—¡Silencio! —gritó poniendo fin a risas y murmullos— A ver, tú —dijo señalando a uno de los jóvenes—, ¿qué está pasando?

—Verá, Gran Jarl... Su hijo Gunnbjörn llegó esta tarde junto a la muchacha, pero en contra de su voluntad.

—¿Cómo es eso posible? ¡¿Y no hicistéis nada?!

—Él alegó que habían discutido, y que iban a hacer las paces a su tienda...

—Sí, jarl, eso que dice Einar es cierto —interrumpió otro—. Y dio órdenes expresas de que nadie entrase en su tienda hasta que ella saliera.

—¿Y bien? ¿Dónde está ahora mi hijo?

—Sigue con ella, señor.

—¿A estas horas? ¡Como haya desflorado a esa muchacha antes de elegir un marido nos veremos en guerra tanto con los agderianos como con los geirstandeses!

—Señor…

—¡Cállate y sígueme! Vamos a la tienda de ese insensato antes de que provoque una guerra contra ambos reinos.

El jarl y todos sus hombres se dirigieron a la tienda del joven pretendiente; mientras, Eris disfrazada bajo su forma de anciana estudiaba en su mente aquello que acababa de escuchar. De repente un grito desgarrador se escuchó proveniente de la carpa del joven…

Eris se apresuró en llegar al lugar en cuestión, topándose con la sangrienta estampa: el joven Gunnbjörn estaba tendido en el suelo, rodeado de un gran charco de sangre con una espada atravesada en su estómago, sin vida.

—¡Ha sido la völva! —exclamó uno de sus hombres con una mezcla de horror e ira en su voz.

—¡Tiene que pagar por lo que ha hecho! —gritó otro.

—La sangre con sangre se paga… ¡Muerte a la völva!

A Eris se le ensombreció la mirada mientras los hombres se enardecían unos a otros…

El gran jarl acogió el cuerpo sin vida de su hijo y lo abrazó prometiendo vengar su muerte.

La noticia se extendió rápidamente entre la población, y pronto los jarls congregados en Agder estaban dando su último adiós al hijo de Kolbein ‘el rojo’.

En cuanto el drakkar del joven fallecido fue consumido por las llamas, Kolbein aprovechó para dar caza al culpable:

—Según me dijeron mis hombres, mi hijo y tu völva pasaron toda la tarde juntos en su tienda. Dime amigo, ¿dónde está ella ahora?

—Está en su cabaña descansando... ¿qué insinúas? —quiso saber Haakon.

—¡Insinúo que tu völva ha matado a mi hijo! —exclamó Kolbein abandonando por completo la diplomacia que había logrado mantener hasta el momento.

—¡¿Pero qué barbaridad es esa?! Adara no posee ni el valor ni la fuerza necesarios para acabar con Gunnbjörn ‘el grande’. ¡Si ni siquiera posee aún sus poderes de völva!

—¡Pero fue la última que lo vio con vida! —le rebatió ‘el rojo’ dominado por la ira.

—¡Bien podría haber sido alguno de tus hombres, que al verla salir se hubiera adentrado en la tienda y le hubiera arrebatado la vida a tu hijo! Es sabido en todos los reinos que pese a ser Gunnbjörn tu hijo legítimo posees hijos no reconocidos, todos mayores que él, a quienes por derecho de sangre les pertenece el trono tanto como le correspondía a él.

DEA NOCTIS {El Origen} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora