Capítulo XI

19.6K 772 15
                                    

Nos quedamos acostados susurrandonos cosas alrededor de una hora, y no es hasta que lo escucho suspirar que recuerdo algo.

-¿Ryan?

-Hhmm

Me incorporo otra vez sobre su pecho.

-¿Porque te molesto tanto que allá estado con Peter? ¿Y de donde se conocen?

El baja la mirada y luego vuelve a subirla con un gesto indescifrable.

-Lo conozco de hace años, por trabajo, y se que es un idiota. Y no te quiero cerca de un idiota, vi como te miraba y no me gusto.

-¿Así? Y según tu, ¿Como me miraba?

-Como yo lo hago. Con deseo. -dice mientras frunce las cejas.

-Eso no es cierto. Estas celoso y por eso dices esas cosas. -me inclino y le beso el pecho.

-Si, estoy celoso. Pero eso no me quita la razón. No me gusta nada que otros hombres te miren así.

-Pero el a mi no me gusta, no tienes que preocuparte.

-De igual manera no quiero que estés con el.

Suspiro designada y me levanto de la cama, tomo mis bragas y me las coloco para luego seguir con mi sujetador.

-Tienes que irte. -digo tomando su pantalón para dárselo.

-¿Enserio te molestaste por eso? -toma su pantalón y se incorpora en la cama a duras penas. Y yo me extraño por su pregunta.

-¿Que? No.... Es que mi hermana llegara en cualquier momento, y no quiero que te vea desnudo.

Dije lo primero con sarcasmo, si me molesta un poco que actúe de esa forma cuando no somos nada. Pero lo segundo era verdad, mi hermana llega a las siete hoy, y ya son las seis y media. Y definitivamente no quiero que entre y vea a mi jefe en una posición comprometedora conmigo.

-Ok. Pero mañana hablaremos en el trabajo usted y yo señorita. -dice mientras se abrocha el pantalón y luego se acerca para darme un beso.

-Si, señor.

El sonríe y toma su camisa junto a sus zapatos para salir de mi habitación hacia la sala, rápidamente me acerco a mi armario y tomo una sudadera grande que me cubre hasta la mitad de mis muslos y con el símbolo de amor y paz en el centro. Salgo de mi habitación y me encuentro a Ryan sentado en el sofá atándose los zapatos, me acerco y quedo frente a el. El levanta la mirada y se recuesta de espaldas en el respaldo del sofá con una sonrisa picara.

-Si te vistes así, va a ser mas difícil mi partida. -yo sonrío juguetona por su comentario, decido jugar un poco mas, por lo cual me subo sobre el colocando mis piernas a cada lado de las suyas y sentándome en su regazo. Coloco mis manos en sus hombros y levanto una ceja.

-¿Y ahora? -digo con aires de gloria, es como si lo tuviera en la palma de mi mano.

-¿Tu que crees? -coloca sus manos en mis caderas y me empuja rozando su miembro, ya erecto, contra mi feminidad. Dejo salir un jadeo con los ojos semi cerrados. Mis manos viajan a su nuca y lo acerco a mis labios para unirnos en un beso lleno de lujuria y pasión. Lógicamente prefería que se quedara conmigo, las cosas que siento cuando estoy con el, nunca las había sentido antes. Si tuve novios en el pasado, y fueron buenas relaciones, pero con Ryan, es como si todo desapareciera y fuéramos solo el y yo, sin nada de problemas o preocupaciones. Y me gusta como actúa de forma posesiva, y celosa. Porque eso quiere decir que le importo, nadie cela a una persona si no le importa dicha persona. Y me invito a ir con su familia, me hace sentir nerviosa ya que quiero causar una buena primera impresión, solo debo relajarme o si no explotaré.

Algo Más Que Una Amante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora