Capítulo XXXII

15.2K 620 15
                                    

Tori se quedó hablando conmigo otro par de horas hasta que llego la hora del almuerzo. Al bajar por las escaleras vimos que los demás ya estaban en la mesa esperándonos. Yo me siento junto a Ryan y a mi lado derecho se sienta mi hermana para poder seguir con nuestra conversación, aunque no pudimos ya que comenzamos a hablar con Ryan y sus amigos.

–¿Entonces, cuando volveremos? –pregunta Tori luego de darle un sorbo a su copa de vino blanco. Enfoco la mirada en Ryan el cual se tenso un poco a la repentina pregunta de mi hermana. Para tratar de aligerar un poco la tensión tomo la mano de Ryan por debajo de la mesa y le doy un apretón para que sepa que estoy aquí y que estoy bien.

–Bueno. Estaremos aquí por tiempo indefinido. Hasta que sea seguro volver. Para todos. –dice lo último mirandome fijamente a los ojos y apretando mi mano bajo la mesa como yo lo hice anteriormente.

El resto del almuerzo nos la pasamos hablando de cosas triviales y completamente fuera del tema sobre porque vinimos a la isla. Ayudo a Amber recoger los platos —aunque me dijo un millón de veces que no podía por el embarazo— luego de que termináramos de comer y los llevamos a la cocina en orden. Dejo el último plato sobre la barra y antes de que pueda sentarme en uno de los taburetes, unas manos se posan a cada lado de mi cintura y una barbilla se apoya en mi hombro izquierdo.

–Quiero llevarte a un lugar. ¿Vienes? –susurra en mi oído de forma seductora, lo que hace que los cabellos de mis brazos se me pongan de punta.

–Claro.

Ambos mostramos una sonrisa, el toma mi mano y caminamos hasta la puerta de entrada. Salimos y nos subimos en un 4x4 color plateado cuatro puertas. Ryan enciende el vehículo para luego arrancar, salir por el portón principal y bajar por el mismo sendero de arboles que vi cuando subí el dia que llegamos.

–¿A donde me llevas? –pregunto admirando la naturaleza.

–Es una sorpresa, te gustara lo prometo.

Asiento y me enfoco en la vista. Siempre me a gustado la naturaleza, salir al aire libre y compartir con mis amigos y familia. De repente la imagen de mi padre me viene a la mente, tengo mucho tiempo que no hablo con el, debe estar extrañado de que no me haya contactado con el. Aunque tampoco quiero decirle lo que esta pasando porque no quiero preocuparlo, y no soy muy buena para mentirle a el.

–¿Que tanto piensas, cariño? –pregunta mi acompañante sacándome de mis pensamientos.

–En mi padre. No e hablado con el desde antes de llegar aquí, y no quiero preocuparlo. El ni siquiera sabe sobre nuestro bebe –respondo mientras acaricio mi barriguita.

–Te prometo que tratare de arreglar todo esto lo antes posible para que puedas volver a hablar con el. –dice dulcemente mientras posa su mano derecha sobre las mías ubicadas en el hogar de mi bebe.

Cinco minutos después de hablar y reír de todo tipo de cosas, Ryan se estaciona frente a la entrada del bosque. El baja del auto para luego ayudarme a mi y comenzar nuestro camino, me fascino viendo la flora que me rodea. Los arboles que nos rodean son verdes y altos, tambien hay algunos arboles y arbustos con lindas flores creciendo en ellos.

–Necesito que cierres los ojos a partir de aquí. –dice luego de detenernos. Yo asiento y cierro los ojos, siento como una de las manos de Ryan se posan sobre mi cintura mientras la otra sobre mis ojos. Comenzamos a caminar de nuevo poco a poco por el espeso bosque mientras mis nervios aumentan.

–Voy a quitar las manos, pero no abras los ojos.

Vuelvo a asentir, no se que es mas grande, mi emoción o mis nervios.

–Ahora, abrelos. –los abro tal como me indica, y al hacerlo me quedo sin palabras al ver la hermosa imagen frente a mi. Es un lago con una cascada impresionante, el agua es brillante y cristalina, y frente a mi esta Ryan parado junto a una manta color beige con toallas y cambios de ropa. Lo veo con el ceño fruncido, dándole a entender que no entiendo el porque estan esas cosas aquí.

Algo Más Que Una Amante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora