Capítulo XXIX

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Una semana después 

Una semana ha pasado desde que Howard nos trajo aquí a mi y a mi hermana. Una semana sin saber la verdad del porque estoy aquí y una semana sin saber nada de Ryan. Se supone que vendría para verme, según Howard, pero lo único que ha pasado es estar encerrada en esta casa mientras que cada vez que le pregunto a Howard por Ryan, me responde: Pronto llegara.

Ha repetido tanto esa frase, que ya ni siquiera pregunto. No es que me importe que Ryan venga a estar conmigo, eso no pasará. Pero, Howard dijo que Ryan es el único que puede responder todas y cada una de mis preguntas, y eso es lo que quiero, no quiero estar recluida en esta isla para siempre, tengo una vida, tengo un trabajo, tengo un bebe que viene en camino, no puedo darme este lujo de estar desaparecida.

Esta mañana me dieron ganas de caminar, por lo cual salí en compañía de mi hermana para caminar por la playa, al inicio hablamos de varias cosas, pero luego salió a la luz el tema más delicado para mi, Ryan y mi hijo. Por lo cual me peleé con Tori y camine sin rumbo perdiéndola de vista. Ella me regañaba porque no quería que Ryan se hiciera responsable de nuestro hijo, pero yo no quiero eso, de hecho le estoy haciendo un favor, muchos hombres huyen de su responsabilidad como padres, pero yo le estoy dando la oportunidad de seguir con su vida sin ninguna de esas responsabilidades, no lo necesito, lo que en verdad quiero es irme lo más lejos posible de el.

Llego inconscientemente a la casa por la parte trasera, entro por la puerta de cristal y camino hacia la cocina donde me encuentro a Howard sirviéndose un vaso de agua, se ve sudoroso, debió estar en el gimnasio. Me acerco al refrigerador y lo abro para tomar la mitad de mi pastel de chocolate. Amber lo preparo para mi hace un par de días que tuve antojos, me comí la mitad y ahora quiero la otra mitad.

–Oye, ¿Estas bien? –pregunta repentinamente Howard mientras busco una cuchara.

–Si, ¿Porque?

–Hace una media hora llego tu hermana sin ti, estaba muy molesta. Dijo que se pelearon, y algo de que no pudo hacerte entrar en razon.

Suelto un suspiro una vez que me siento en uno de los bancos altos de la barra. Tomo la primera cucharada de pastel y la introduzco en mi boca, luego de estar en silencio unos segundos, decido hablar.

–Si. Ella aun esta en desacuerdo con mi decisión sobre no dejar que Ryan se ocupe de mi hijo.

–Dirás “su” hijo. –en cuanto dice eso lo veo con ojos asesinos y el levanta las manos en forma de paz.

–Bueno, “nuestro” hijo. El punto es que no quiero que Ryan se ocupe de el, no lo necesito, puedo cuidar muy bien de mi hijo yo sola. –introduzco otra cucharada de pastel —mas grande que la anterior— y trato de calmar la ira que empezó a formarse dentro de mi. No entiendo porque nadie puede creer que no lo necesito a mi lado para criar a mi hijo.

Porque ni tu misma te lo crees.

Y ahí esta mi subconsciente hablando cuando menos debe hacerlo. Suelto un suspiro y muevo la cabeza para alejar ese vago y absurdo pensamiento. De repente veo a Howard sentarse frente a mi y unir sus manos sobre la barra mientras me mira fijamente, como si estuviera buscando algo, algo que no encontrará.

–Debes pensar en que es lo mejor para ese pequeño que viene en camino. El va a necesitar a su padre, y lo sabes muy bien.

Repentinamente me viene a la cabeza el día que mi madre se fue abandonandonos a mi hermana, a mi padre y a mi. Fue algo ultra doloroso, una sensación que no me gustaría que mi hijo experimentara. Levanto la mirada de mis manos y veo a Howard, que por su expresión creo que encontró lo que estaba buscando.

Algo Más Que Una Amante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora