Capítulo I

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Que día tuve.

No es fácil salir a buscar trabajo. Acabo de llegar a Nueva York y todo lo que e visto es el aeropuerto y el recorrido hasta mi departamento. Me mude apenas hace un mes, así que soy novata en andar por las calles, pero debo hacerlo para buscar un empleo. Deje mi currículum en varias empresas, solo espero que me llamen.

Llego a mi edificio y ya son las ocho, mi hermana se volverá loca. Vivo con mi hermana mayor Tori, ella se mudo apenas se graduó de la escuela, básicamente huyo de mis padres, y a pesar de no tener un título universitario consiguió trabajo en una empresa de publicidad y es muy buena en lo que hace.

Subo hasta el quinto piso y camino hasta el final del pasillo, saco mis llaves y entro tratando de no hacer ruido.

-¿Sabes que te puedo ver desde aquí verdad? -levanto mi rostro y veo en la cocina a mi hermana con una pequeña risita en su rostro, seguro por mi intento de entrar a hurtadillas.

-Hola.

Camino hasta el sofá y dejo mi bolso y mi suéter sobre el mismo. Camino hasta la cocina y abrazo a mi hermana.

-No me importa que ya tengas veintiún años, no debes andar a estas horas en la calle. -nos separa y se acerca otra vez a la estufa- ¿Como te fue en la búsqueda de trabajo?

Me siento en la barra de la cocina y la veo cocinar.

-Bueno, deje mi currículum en varios lugares y dijeron que me llamarían.

-Eso esta bien para empezar.

Asiento y suelto un suspiro. Siempre e sido el tipo de persona que odia no hacer nada, me gusta trabajar, y este mes que no lo e hecho me a hecho sentir con desconcierto, me siento inútil. Aunque ayudo a mi hermana con las compras y la limpieza del departamento no es suficiente, al menos para mi.

Cenamos entre tontas charlas sobre cualquier tema en particular, vimos una película y luego cada una se fue a su habitación.

Al día siguiente mi hermana se fue a su trabajo y yo decidí que no quería quedarme sola en casa para variar. Me di una ducha, me vestí con un short de blue jean alto, un crop top manga larga de rayas blancas y negras, y mis botines de tacón negros. Y llame a una amiga para salir y hacer algo. Conocí a Marissa en mi vuelo hasta aquí, tal parece quería salir de su pueblo y explorar nuevos horizontes. Hablamos durante todo el vuelo y al aterrizar me dio su número antes de irse en un taxi.

Llegue a una cafetería cerca del Central Park que descubrí hace una semana mientras buscaba trabajo "Sweet&Cookie". Al entrar busco con la mirada y encuentro a mi rubia amiga en una mesa junto a la ventana. Me acercó y ella se levanta para saludarme con un abrazo.

-Amiga, tiempo sin verte.

Nos separamos y me siento frente a ella en la mesa. Se veía hermosa con esa braga de pantalón ajustada negra con estampado de flores rosas y moradas, y lo combino a la perfección con unos zapatos de tacón negros.

-No nos vemos desde hace solo una semana.

-Ya me conoces, para mi tres días es mucho tiempo.

Ambas reímos ante ese comentario y ordenamos un par de donas con chocolate y dos cafés con leche y canela. Cinco minutos después nos dan nuestra orden y el mesero se retira dándole a mi amiga una atractiva sonrisa.

-Creo que le gustaste. -tomo un sorbo de mi taza y miro a Marissa.

-Es atractivo, pero no es mi tipo -ella se encoje de hombros y toma una de las donas-. Y, ¿Como a ido la búsqueda de trabajo? -dejo mi taza sobre la mesa y suspiro.

-Pues, sigo igual. Ayer tuve algo mas de suerte ya que pude dejar mi currículum en varias empresas.

-¿Para que puesto?

-Secretaria o asistente ejecutiva. Pero siempre es lo mismo "nosotros la llamaremos", y sabes que nunca lo hacen.

-Estoy segura de que te llamaran.

Solo asentí y cambie de tema.

-¿Que tal te a ido a ti con tu tío? -Marissa trabaja con su tío Jaime en una floristería en el centro, fui una vez y es un hermoso lugar.

-Muy bien. Tal parece que a todo el mundo le gustan sus arreglos.

-Los e visto y son preciosos.

-Lo se. Pero apesto a polen por tantas flores.

Reí por su comentario y me termino mi taza de café. Salimos del lugar después de pagar y tomamos un taxi hasta el centro comercial. Caminamos por un par de horas o hasta mas, almorzamos en un muy buen restaurante mexicano y luego la acompañe a hacer unas diligencias. De un momento a otro se hicieron las cinco, así que invite a Marissa a cenar en mi casa.

Tomamos un taxi que nos dejo en la puerta de mi edificio, pagamos y subimos a mi piso. Ambas hicimos sándwiches de Atún y vimos episodios de la serie Supergirl.

Estoy recogiendo la sala con ayuda de mi amiga hasta que escucho el sonido de mi teléfono y lo busco entre las cosas, cuando lo encuentro veo que es un número desconocido y a mi propio riesgo deslizo la pantalla para contestar.

-¿Hola?
-Buenas noches, ¿hablo con la señorita Perrie Hetson?
-Si.
-Señorita Hetson, la llamamos de Constructora Zeylor. Queremos informarle que logro calificar para el puesto de asistente ejecutiva, el presidente desea conocerla personalmente mañana a primera hora.
-Claro. Estaré puntual.
-Excelente. Que pase buena noche.

Cuelgo y no puedo creerlo.

-¿Que paso? -pregunta una confundida Marissa gracias a mi expresión.

-Me llamaron de una de las empresas donde deje mi currículum. Tal parece que califique y el jefe desea conocerme en persona.

-Ah! Te dije que te llamarían. -Marissa se abalanza sobre mi y yo le devuelvo el abrazo con emoción. Al fin podre hacer algo productivo con mi nueva vida en la gran ciudad.

Después de las siete Marissa se fue deseándome buena suerte para mañana. Aun me costaba algo de trabajo creerlo, pero debo enfocarme para dar una buena primera impresión a mi nuevo jefe.

Entre a mi habitación y busque el atuendo perfecto para mañana. Opte por una falda ajustada arriba de la rodilla beige, una blusa manga larga con volados blanca y mis tacones negros. Me di una ducha y entre a la cama, no sin antes colocar mi despertador a las seis de la mañana. Luego de eso me acosté y minutos después caigo en los brazos de Morfeo.
Me levante antes que mi hermana para poder llegar puntual como lo había planeado. Tome un baño, me vestí con mi traje ya seleccionado el día anterior y prepare el desayuno.

Le deje una nota a mi hermana para que supiera que me fui y que tenia el desayuno en el microondas. Y así sin mas, partí al que podría ser mi nuevo trabajo.

Algo Más Que Una Amante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora