Algo Más Que Una Amante ©

Capítulo X

Luego de que Ryan me trajera a mi edificio y de pensar en la espectacular noche que pasamos juntos, no quise quedarme encerrada en casa sin hacer nada por el resto del día, así que me cambie, comí algo y salí del edificio. Estuve sin rumbo solo recorriendo las calles, distrayéndome, llego hasta una librería y me llaman la atención lo libros de la vitrina, así que decido entrar. Una vez adentro me deleito con la atmósfera tan tranquila y acogedora. Algunas personas están sentadas leyendo, mientras otras buscan libros en las diferentes secciones. Me acerco hasta el área de romance y veo los mismos libros que estaban en la vitrina. Tomo el primero llamado «Pideme lo que quieras» de Megan Maxwell, una escritora que admiro mucho, este libro ya lo leí, junto con el resto de la saga, pero fue digitalmente. Soy admiradora de la literatura erótica, si Ryan supiera eso no me quiero imaginar lo que diría. Lo tomo y me adentro mas y consigo un libro que llevo mucho tiempo buscando, «La Bibliotecaria» de Logan Belle. Hace mucho que quiero leer este libro, al darle la vuelta y ver el precio me sorprendo, no tengo el dinero para comprarlo, a duras penas lo vuelvo a colocar en su lugar al igual que el de Megan Maxwell.

Salgo algo decepcionada de la librería y sigo caminando sin rumbo alguno hasta que se hacen las dos y entro a un restaurante de comida china. Abro la puerta y me doy la vuelta para volver a cerrarla, cuando vuelvo a dar la vuelta hacia adelante choco con alguien y un vaso con algo caliente se cae entre nosotros. Levanto la vista y veo a un hombre de traje con tez clara, cabello rubio y ojos claros.

–No sabe como lo siento.

–Tranquila, no hay problema.

–Claro que si, derrame su bebida. Déjeme comprarle otra.

Me voy a acercar al mostrador pero el me detiene sujetando mi brazo.

–Enserio, no es necesario.

–Yo insisto, déjeme compensarlo.

–Muy bien –dijo mirándome fijamente–. Sientate y almuerza conmigo.

–¿Que? –digo sorprendida y confundida por su petición.

–Dijiste que querías compensarme. Esa es la forma en la que quiero que lo hagas.

–Si, pero...

–¿Acaso tu novio se enojara? –al el decir eso me viene a la mente la imagen de Ryan. Estoy a punto de afirmar su pregunta, pero cierro la boca ya que en realidad Ryan no es mi novio, ni siquiera se que somos ahora que lo pienso.

–... Yo... ni siquiera lo conozco.

–Me disculpo. Me llamo Peter, Peter Grime. Y tu eres?

–Perrie Hetson.

–Ok, ya nos conocemos. –lo sigo dudando, pero después de todo un almuerzo no le hará mal a nadie.

–Muy bien, almorzare con usted.

Acepto algo incomoda, lo hago mas por el hecho de compensar al hombre, al parecer llamado Peter, que por cualquier otra cosa. Pero una pequeña parte de mi siente que estoy engañando a Ryan al almorzar con otro sujeto, pero mi parte razonable u obvia, me recuerda que el y yo no somos nada en realidad, o no formalmente.

Nos dirigimos a una mesa y a los segundos nos traen los menús. Yo me quedo ojeando el mio, y cuando levanto la mirada me sorprendo al verlo mirándome.

–¿Tengo algo en la cara?

–Para nada.

–Entonces porque se me queda mirando así.

–Me disculpo por la imprudencia, es que me resultas muy familiar. ¿De donde eres?

–De Boston.