Ryan
Lo último que recuerdo es el rostro de Perrie bañado en lágrimas y con una mirada de miedo en sus ojos mientras su cuerpo temblaba y se alejaba de mi.
La busque en todos lados y la llame cien veces. Luego pensé que seguro fue a su casa, pero no fui para no agobiarla, por mas que me gustaría estar con ella. Se que necesita su espacio, y se lo daré.
Luego de rondar por la ciudad por casi una hora, vuelvo a casa de mis padres donde ya la mayoría de las personas se han ido. Entro por la puerta y veo a mis padres con mis hermanos en la sala esperando por mi, y junto a ellos la familia Grime y la familia Storn.
–¿La encontraste? –dice mi madre mientras se levanta y se acerca a mi. Niego y bajo la cabeza para apretar el puente de mi nariz con mis dedos de la frustración.
–Fue raro. ¿Que le paso? –pregunta mi hermana cuando paso frente a ella para sentarme en uno de los sofás individuales. Solo me dejo caer con la misma pregunta que mi hermana, ¿Que le paso?
–Solo le presentamos a los Grime. Pero ella te mencionó algo Emily, ella te miro extraño.
Enfoco la mirada en la señora Grime esperando que diga algo. Ella solo baja la mirada y cuando la sube sus ojos se encuentran cristalizados.
–Yo... ella... dios. –no puede decir mucho cuando las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas. Su esposo la abraza y acaricia su espalda en consuelo. Ambos se despiden y salen por la puerta, la señora Grime se ve muy afectada por la situaciones. Eso me hace pensar en mi abrazando a mi hermosa Perrie, en este momento me gustaría tenerla entre mis brazos y no soltarla jamas.
–¿A quien le importa que le pase? –la estresante voz de Selina me saca de mis queridos pensamientos con mi Perrie. La miro con seriedad y con los dientes apretados para no decir nada de lo que me arrepienta luego.
–Selina, por favor... –mi madre intenta calmarla pero Selina la interrumpe.
–¡Wanda por dios! Todos aquí sabemos lo que pasara. Ryan se la follará y cuando se canse de ella todo terminara. Siempre es así y todos los presentes lo tenemos bien en claro.
Nadie dice nada, otorgándole la razon a Selina. Pero yo no lo permitiré.
–¿Y a ti que te importa mi vida? –me levanto para encararla. Ella se acerca a mi y cruza los brazos sobre su pecho.
–Que cuando la dejes. Tu y yo, nos casaremos. –dice y suelta una risa inocente. Y ella de inocente no tiene ni un cabello.
–Nunca, escucha bien. NUNCA me casaré contigo. Prefiero castrarme a estar atado a ti el resto de mi vida.
Mi respuesta es suficiente como para que se le borre esa estúpida sonrisa, pero a su padre no pareció gustarle tampoco ya que se levanta y se acerca a nosotros.
–Cuida tu boca Zeylor, a mi hija no le hables así.
Lo ignoro y me doy la vuelta para salir por la puerta —con los gritos de mi madre y mi hermana a mis espaldas—, subir a mi auto e irme a casa. Me siento muy mal por la situación con Perrie, y lo último que necesito es aguantar a la araña de Selina y a su familia martillándome para casarme con ella, cosa que nunca va a pasar como ya di a entender.
El camino se me hace lento y frustrante. Es cierto lo que dicen, la vida puede dar una vuelta de ciento ochenta grados cuando menos te lo esperes. Yo creí que la noche terminaría diferente, llevaría a Perrie a mi departamento y le hubiera hecho el amor toda la noche en cada rincón de mi hogar, solo para tener su bello rostro y su esencia grabada en mi casa, para que cuando entrara lo primero que vería sería a ella.
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Algo Más Que Una Amante ©
RomancePerrie Hetson es una joven de 21 años, graduada y soltera que califico para un empleo como asistente ejecutiva del presidente de una de las empresas constructoras mas famosas del país, pero las cosas se revuelven cuando conoce a su nuevo jefe, Ryan...