Epílogo

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Las palmas me sudan. Los nervios me sobrepasan y se que tendré un ataque cardiaco o algo así.

-No... no puedo.

-Perrie, tranquila. Todo estará bien. -dice Ryan sosteniéndome de los brazos para tratar de calmarme. Pero no funciona.

-No. No puedo dejar que esto pase.

Miro en dirección al auto y veo a mi pequeño de tres años y me acerco.

-Cariño. Debe ir al maternal, vamos a llegar tarde. No puedes mantenerlo encerrado toda la vida en casa.

-¿Y si esperamos otro año? -digo con una pequeña sonrisa y el me mira con seriedad. Por lo cual ruedo los ojos.

Ryan parece impaciente pero yo estoy nerviosa, es el primer dia de clases de Christian y no me siento para nada tranquila. Es mi pequeño, nunca creí que crecería tan rápido. Y yo que creí que el que debería de estar llorando o algo asi debería de ser Chris y no yo.

-Esta bien. Te portas bien mi vida. Mami te ama.

-Y yo a ti mami. -dice eso último y me alejo del vehículo.

-Tranquila. Yo lo llevo y lo busco al mediodía. Y asi tu, Christian, Savanna y yo nos vamos de paseo.

-Ok. Te amo. -le doy un beso y camino al interior de la casa. No cierro la puerta hasta que veo desaparecer el auto. Camino hasta la cocina y ahí veo a Britt, la nana de los niños, cargando a mi pequeña de solo un mes de nacida.

-Ya se fue.

-Tranquila, se que al pequeño Christian le ira muy bien.

Asiento y muestro una pequeña sonrisa al pensar eso. Y solo por un segundo repaso los últimos años en mi cabeza.

Ryan y yo nos casamos meses después de la llegada de Christian. Fue una ceremonia pequeña, pero muy hermosa. Nuestras familias enloquecieron al conocer al pequeño Chris. Mis padres lo amaron. Las cosas con mi madre fueron de mal a bien, la perdone porque me di cuenta de que después de todo es mi madre y la amo, además de que es una abuela increíble con mis hijos.

Ryan y yo estuvimos de acuerdo en esperar a que Christian creciera un poco para tener otro bebe. Y unos dos meses luego del segundo cumpleaños de mi hijo descubrí que estaba embarazada, de una niña esta vez. La llamamos Savanna. Es la luz de los ojos de mi esposo, y tambien de los mios, mis dos hijos lo son.

Mi hermana y Sean se casaron luego de saber que esperaban un bebe. Ahora son una linda familia junto a su hija de dos años, la pequeña Meghan.

La pasión entre Ryan y yo es la misma que el primer dia. No podemos mantener las manos fuera del otro, últimamente no lo hemos hecho ya que apenas tengo un mes de haber dado a luz a Savanna. De hecho la última vez que lo hicimos fue cuando tenia siete meses de embarazo. A pasado mucho, pero hemos encontrado otras formas de solventarlo, es de Ryan Zeylor de quien estamos hablando, ese hombre no puede estar mucho tiempo sin tener sexo.

De repente comienzo a recordar algunos de los mejores momentos con mi esposo. Como cuando le cambio el pañal por primera vez a Chris.

"-No se como hacer esto. -dice sosteniendo el pañal limpio y mirándolo como si fuera algo de máxima tecnología.

-Es fácil. Solo, levanta sus piernitas poco a poco y colocas el pañal por debajo.

El hace lo que le indico, mas o menos, y el pañal queda bajo Christian.

-Muy bien. Ahora solo usa las banditas adhesivas para cerrarlo.

-¿Porque debo hacer esto?

-Porque es tu hijo, tienes que ayudarme. Además no te quejes, yo lo limpie y le quite el pañal sucio. Yo hice todo el trabajo pesado."

Tambien recuerdo cuando Christian se escapo del baño y comenzó a correr desnudo por toda la casa.

"Corro como loca con una toalla en la mano mientras intento atrapar al niño, que corre mas rápido de lo que creí.

Christian Shawn Zeylor, ven acá! -exclamo y el solo suelta una risita. Cuando llegamos al borde de las escaleras aparece Ryan y Chris se esconde detrás de el.

-Miren a quien tenemos aquí. -dice mi esposo con una sonrisa mientras toma al pequeño en brazos y suelta una carcajada.

-Si. Es igual de exhibicionista que su padre.

-E igual de encantador. Ya lo veré rodeado a chicas cuando crezca.

-Y yo las auyentare como hice con su padre. -me le acerco y le robo un beso para luego tomar a mi loco y mojado hijo."

Suelto una carcajada al recordar ese y mas momentos de nuestra familia.

El resto del dia no hice mucho. Solo pasar tiempo con mi chiquita. Y cuando llegaron mis hermosos hombres corrí a abrazar a mi pequeño, el cual al parecer le gusto mucho el maternal.

-Hoy estuve pensando. -digo moviendo la cabeza un poco para ver a Ryan, el cual esta a mis espaldas abrazandonos a Savanna y a mi mientras Chris parece estar persiguiendo a una mariposa.

-¿En que?

-En lo mucho que agradezco de haber entrado a tu oficina ese dia hace años.

El besa mi cabello y luego mi mejilla.

-Yo tambien agradezco eso. Y tambien el que allás aceptado ser mi amante.

-Si?

-Si. Siempre fuiste Algo mas que una amante, cariño. Desde el día uno supe que eras especial. Que pondrías mi mundo de cabeza, y tuve razón.

-Te amo Ryan.

- Te amo Perrie. -me da un beso en los labios, que no dura mucho porque Savanna hace un sonido de incomodidad.

-Tambien te amo a ti mi pequeña luz. -le dice a la bebé. Christian se acerca a nosotros con una gran sonrisa en su linda carita.

-Mila mami. Te tlaje una flol.

El me extiende una linda y pequeña flor color lila. Lo acerco a mi y le doy un beso en la mejilla. Ryan lo toma y lo sienta junto a mi, para luego abrazarnos a todos.

No puedo creer lo mucho que cambio mi vida ese mismo dia. Cuando quise ser la amante de mi jefe.

La vida da muchas vueltas. Nunca sabemos si al dia siguiente abriremos los ojos. Lo único que podemos hacer es dejar de desperdiciar nuestros días en cosas tontas, y vivir cada dia como si fuera el último. Y amar con toda nuestra fuerza. Ya que esa es la clave de la felicidad.

Vanessa Yépez.

Algo Más Que Una Amante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora