Capítulo XXX

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Apenas escuche las palabras “Ryan esta herido” mi corazón se detuvo, mi respiración se atoro en mis pulmones y mi cerebro explotó. Que este molesta con el no quiere decir que quiero que le pase algo, yo lo amo. Aunque no me gusta decirlo en voz alta, así es, lo amo. Y lo último que quiero es que algo malo le pase.

He estado la última hora dando vueltas por mí habitación con mis nervios al cien, Howard no me dice nada, lo unico que se es que estan preparando todo para cuando Ryan llegue. Ni siquiera se cual es la herida que tiene, solo sabemos que es grave, y eso me preocupa mas aun.

La puerta se abre a mis espaldas, me doy la vuelta rápidamente para saber si es Howard. Pero no, es Tori.

–¿Estas bien?

–Lo estaré cuando vea a Ryan cruzar la puerta de entrada –lo digo sin pensar, mi hermana cruza los brazos sobre su pecho y muestra una sonrisa–. ¿Que?

–Te preocupas por el.

–Es el padre de mi hijo. Que hayamos terminado no quiere decir que deseo que le pase algo malo, no pienses tantas cosas.

Me siento sobre el diván y miro las montañas suplicando que Ryan llegue.

–No tienes que ser tan fuerte conmigo. Soy tu hermana, te conozco desde el dia que naciste. Se que amas a ese hombre, pero tienes miedo.

–Creo que ya nos peleamos una vez por este tema, y siendo te franca no tengo ganas de volver a hacerlo.

–Entonces no lo hagas –se sienta junto a mi y toma mis manos–. No peleemos, por una vez dime lo que sientes en realidad.

Miro nuestras manos unidas y mis ojos se cristalizan, no me gusta mostrar debilidad, pero no debería de temer mostrar mis emociones con mi hermana.

–Respóndeme algo primero. ¿Porque de la noche a la mañana quieres que esté con Ryan? –pregunto levantando la mirada, ella mira a otro lugar para segundos después volver a ver mis ojos.

–No te mentiré. Howard hablo conmigo, y respondió muchas de mis preguntas. Dudas que el mismo Ryan responderá para ti. –algo en mi interior se remueve al saber que Howard respondió las dudas de mi hermana pero no las mías. Pero a la vez me da algo de alivio ver como mi hermana reacciono a las respuestas, debe ser que la situación no es tan mala como pienso.

–Bueno. Lo unico que te puedo decir es que lo amo. Pero tengo miedo de que me abandone. No quiero sufrir así, y tampoco quiero que mi hijo lo haga. Por eso soy tan fría con el, quiero que se rinda para no ilusionarme y luego decepcionarme en el futuro.

Las lágrimas salen por mis ojos bañando mis mejillas. Tori se acerca y rodea mi cuerpo con sus brazos. E llorado tanto en los últimos días que me sorprende no estar deshidratada. Sentir los brazos de mi hermana a mi alrededor me da una paz que hace días no siento.

–Debes hablar con el. Hay algo muy importante que debes saber, la razon por la que estas aquí.

Apenas termina de hablar la puerta se abre mostrando a Howard, me asusto al verle las manos llenas de sangre. Me levanto casi de inmediato —teniendo cuidado con mi barriga— y camino en su dirección. El sale y camina por el pasillo hasta las escaleras, lo sigo en todo momento hasta llegar a la planta baja, donde se encuentran cuatro hombres con manchas de sangre en sus ropas, Amber aparece por el pasillo que esta detrás de la escalera con una ponchera llena de agua roja y un trapo mojado. Camino lo mas rápido que puede en dirección al pasillo, camino por el hasta llegar a la unica puerta que hay al final. La abro y la imagen me paraliza, Ryan esta sobre la cama con el cuerpo lleno de sangre seca, un hombre se encuentra a su lado con unas pinzas adentrándolas en un agujero en su pecho por el cual salia mucha sangre.

Algo Más Que Una Amante ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora