Hannah.
Cuando entré a ver a mi mejor amiga no pude sentir más que una inmensa culpabilidad, su brazo está cubierto por un yeso ya que la bala la bala le dio en el lugar correcto para dejarla inmóvil... afortunadamente la operación salió muy bien y sacaron la bala sin complicaciones. Por más de que ella asegure que pudo ser un disparo erróneo, yo estoy segura de que no fue así... cuando Dylan me entregó esa maldita nota mis dudas y temores fueron aclarados. Estaban allí por mí, pero en realidad lo que le hicieron a Rosie fue solo una advertencia de que no se quedaran de brazos cruzados. no sé quién demonios sea John, pero según Dylan, está aliado con los imbéciles de sus amigos que lo traicionaron, y ahora buscan tomar venganza conmigo. Por suerte ninguno de mis otros amigos salió herido... creo que Mark y su amigo fueron los salvadores esta noche.
Pasé toda la semana y todo el día de hoy insistiéndole a Rosie que me contase lo que había investigado sobre Dylan, pero cambiaba el tema cada vez que le preguntaba o lo evadía simplemente diciéndome que no había encontrado absolutamente nada... lo cual significa que sabe algo, pero tendré que averiguarlo sin que ella se dé cuenta. Justo ahora está hablando con Dylan, me pidió dejarla hablar con él para según ella "saber cómo debía comportarse conmigo" y mientras ellos están conversando en su habitación de hospital, yo estoy interrogando a Mark, que por más de que le insista no quiere soltar ni media palabra.
—Dime dónde —le insisto nuevamente, pero él ni se inmuta—. ¿Lo conociste antes que a mí?
—Lo conocí hace una semana —dice por fin—. A ti te conozco hace casi un mes. ¿Eres feliz al fin?
Sigo insistiendo en que me dé un poco de información, pero es inútil... al parecer todos están reacios a estar a mi favor. Después de lo que parece una media hora sin tener respuesta alguna, Dylan vuelve a aparecer por la puerta de la cafetería y se sienta a mi lado en la mesa. Observa por un segundo a Mark y este automáticamente se levanta.
—Creo que mi trabajo aquí ya está hecho —nos sonríe a ambos—. Iré a ver como sigue tu amiga —me mira. Y luego me devolveré a Nueva York. ¿Te veo el lunes?
Asiento con una sonrisa, se despide de nosotros y se va.
—¿Sigues sin querer hablarlo? —pregunto cansada. Él asiente y yo suelto un suspiro frustrado, no entiendo cuál es su problema... si no se comunica conmigo no sé de qué demonios se trata esta relación.
Pasa su brazo por encima de mis hombros y me atrae hacia él como si nada. Recuesto mi cabeza en su pecho, ya resignada y cierro los ojos... en verdad estoy muy cansada.
—Quiero que te olvides de todo esto por un momento —dice de repente. Me giro hacia él y descubro que me está mirando atentamente—. Olvida el peligro e intenta pensar que mi pasado es como el de cualquier persona normal —sonríe con complicidad, lo que me hace sonreír también, pero mi gesto es de confusión—. Pasa todo el día de mañana conmigo.
Me detengo a observarlo un momento, sus ojos azules que son tan particulares por lo oscuros que son, destellan un brillo que como siempre, no puedo entender muy bien. Creo que por primera vez estoy completamente consciente del chico que tengo en frente de mí justo ahora... ¿por qué demonios Rosie siempre debe tener la razón? Parece un maldito dios griego... y es sólo mío. Me fijo muy bien en sus facciones, en sus labios perfectamente tentadores y su nariz perfilada... luego están sus ojos, el maldito océano al anochecer podría caber perfectamente en ellos, tan oscuros y misteriosos que podría perderme en ellos sin siquiera esforzarme ni un poco. ¿Por qué las cosas deben ser tan complicadas? Si tan solo terminara con esto de una vez y me dijese de una vez por todas qué es eso que sigue escondiendo, todo sería muchísimo más fácil. Respiro profundo internamente y decido que ya es hora de dejar cualquier cosa que sea del pasado allí sin más... cualquier cosa que sea ya no me importa, voy a disfrutar del dios griego que tengo frente a mí sin inhibiciones.
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Ilumíname La Vida © [D&L#1]
General Fiction«Primera parte de la Saga Darkness and Light.» Mudarse no es nada fácil, y Hannah lo sabe muy bien. Después de la muerte de su madre, su padre decide mudarse con ella a Nueva York para rehacer su vida e intentar seguir adelante. Todo se vuelve compl...