Me quedo mirándola, esperando que diga que bromea, pero nada sucede.
—¿De verdad no recuerdas nada?
Niega con la cabeza y yo enarco las cejas.
—Necesito que me digas si hice algo anoche de lo que deba arrepentirme.
Comienzo a contarle todo, exceptuando obviamente la parte del beso con Dylan. Tengo que evitar todo lo posible que se entere, buscaré la manera de convencerlo para que no abra la boca. Al terminar de contarle comienza a reír como loca.
—¿Te hice manejar el auto? —asiento y ella ríe aún más fuerte—. ¡Maldita sea! Siempre me olvido de todo cuando bebo.
—¿Por qué no te lo dijo Dylan?
—Porque él tampoco recuerda nada.
Ahora quien comienza a reír soy yo. No puedo creerlo, la suerte no podría estar más de mi lado. Ya no tendré que hablar con él, porque simplemente no recuerda nada. Espero que ese mismo problema lo tenga también su amigo rubio, así no le recordará tampoco.
—Deben controlar la bebida, Ali —digo poniendo mi mano en su hombro—. Algún día terminarán en un basurero y no recordarán lo que pasó.
—Bueno, ahora te tenemos a ti —me señala—. Serás nuestro ángel guardián, Hannie.
—¿Por qué me llamas así? —pregunto frunciendo el ceño.
—Tu amigo el rubio ardiente me lo dijo.
—Claro... —ruedo los ojos—. Andrew.
—Su nombre es tan ardiente como él —dice subiendo y bajando las cejas con picardía.
—Estás loca —me echo a reír—. Pero sí, debo admitir que es atractivo.
—¿Atractivo? —me mira enarcando una ceja—. ¡Por Dios! Es tan ardiente que podría...
Pongo una de mis manos en su boca para impedir que siga hablando, no quiero escuchar nada sobre Andrew. Balbucea a través de mi mano y la suelto.
—Parece que lo odiaras —dice riendo—. ¿Te gustaba y es gay o algo parecido?
—Peor —respondo con misterio—. Es mi ex.
—Oh... ahora entiendo todo —se echa hacia atrás el cabello.
—¿Qué es lo que entiendes? —pregunto entrecerrando los ojos hacia ella.
—Supongo que te molestaría si yo...
—¿Si sales con él? —muerdo mi labio inferior tratando de no reír—. No me molestaría para nada, pero no te aconsejo que andes con él.
—Eso diría una ex novia molesta.
—Créeme, no estoy molesta —digo negando—. Sólo te advierto, Alison.
Seguimos hablando por un buen rato hasta que llega Dylan con su típica cara seria e inexpresiva y se sienta frente a nosotras.
—Alison, ve a tu habitación —le ordena.
—¿Disculpa? —dice ella con indigno—. No eres mi padre.
Él masajea sus sienes con frustración y luego pasa las manos por su rostro, deteniéndose en la barbilla, donde se puede apreciar la poca barba que comienza a crecer.
—Tengo que hablar con la pelirroja —insiste—. Está bien, no te vayas. Saldremos nosotros.
Agarra mi mano tomándome por sorpresa y me saca de su departamento sin dejarme siquiera despedir de Alison.
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Ilumíname La Vida © [D&L#1]
Ficción General«Primera parte de la Saga Darkness and Light.» Mudarse no es nada fácil, y Hannah lo sabe muy bien. Después de la muerte de su madre, su padre decide mudarse con ella a Nueva York para rehacer su vida e intentar seguir adelante. Todo se vuelve compl...