Nos volveremos a encontrar

Capítulo 36- Final

Lissa miró a la hermana de Sebastián ojiplatica. De inmediato giró su cuerpo para buscarlo entre el público de invitados. Cuando dio con él, abrió la boca más impresionada y luego lo saludó lentamente, sin salir de su asombro, con la mano. Sebastián le devolvió el saludo removiéndose incómodo en su silla.

-No sabía que Elizabeth estudiaba aquí –dijo su padre a su lado. El chico al escucharlo, giró su rostro y asintió.

-Pensé que lo había dejado.

-¿Crees que Sara lo supiera?

-No lo sé...y si lo ha hecho a propósito, tendremos problemas –Tulio torció el gesto. Si eso era verdad, tendría unas palabras con su hija. Tulio había visto el sufrimiento de su hijo durante el último año. No creía conveniente que él volviera a caer en ese pasado tormentoso. No en estos momentos, cuando había comenzado a superarlo y hasta ya comenzaba a salir con otras personas. Negó con la cabeza mirando la espalda de su hija que estaba unas filas frente a ellos.

Lissa estuvo inquieta los últimos minutos de la ceremonia. No sabía si informarle a su amiga que Sebastián estaba allí. No sabía como sería su reacción y eso le preocupaba. Ella había estado muy mal con aquella ruptura. Él era, es y será siempre su primer amor. Y ahora que ella estaba superando todo aquello, no le parecía que volviera a sufrir a estas alturas.

La graduación terminó con el emotivo y hermoso momento en el que los alumnos lanzan al aire sus birretes por encima de su cabeza. Sebastián se sintió orgulloso de su hermana y también de Elizabeth. Sin embargo, saberla allí, tan cerca de él, después de todo aquel tiempo, lo tenía desencajado. Quería irse de aquel lugar.

Cada persona fue retirándose para ir al gran salón de fiesta para el baile de graduación y la gran fiesta de despedida.

Elizabeth, Adrián y Lissa se dirigieron en el auto del nombrado. Elizabeth quería preguntarle a su amiga que le estaba ocurriendo, pero no tuvo la oportunidad de estar a solas.

Al llegar al salón, se deleitaron con la decoración. Se tomaron fotos, con sus padres; los padres de Elizabeth, La madre de Sara y los padres de Adrián. Elizabeth se sentía Feliz de estar de aquella manera con sus padres.

La fiesta comenzó. Los estudiantes bailaron con sus padres y luego sus parejas. En el caso de estos tres chicos, bailaron como trío. Lo que hizo reír a varios de los invitados. Los tres se habían puesto de acuerdo en no tener parejas, y ser ellos mismo sus parejas.

-Iré por un trago ¿Qué deseas?

-Sólo agua, gracias –anunció a su amiga. Lissa asintió mirando a todos lados en busca de Sebastián. Su amiga no se había dado cuenta aún de su presencia, y era mejor que se mantuviera en la ignorancia. Fue al bar a por los tragos, dejándola con Adrián y sus padres. Adrián la invitó a bailar, por lo que ella aceptó un tanto avergonzada.

Se movieron en la pista riendo como dos chicuelos y bromeando. Cuando la pieza terminó. Eliot, el padre de la muchacha se acercó a ella para bailar una pieza lenta que acababan de poner.

-Estas preciosa hija, estoy muy orgulloso de ti.

-Gracias, me alegra de tenerlos aquí.

-No sabes lo feliz que me hace.

Bailaron hablando de algunas cosas y cuando la pieza terminó se aproximaron a la mesa que les correspondía para tomar de sus bebidas.

-Buenas noches –saludó el anfitrión en el escenario que había colocado- Hoy tenemos a una invitado muy especial. Quiero que le den un fuerte aplauso a ésta chica que nos va a deleitar con su voz ¡Es estudiante y recién graduada! –las personas aplaudieron, contando a Elizabeth que no sabía de quién se trataba.