Capítulo 21

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Mi corazón y cuerpo le querían cerca, sin embargo la razón me pedía alejarme de aquel Alfa que había jugado con personas que consideraba demasiado importantes en mi vida

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Mi corazón y cuerpo le querían cerca, sin embargo la razón me pedía alejarme de aquel Alfa que había jugado con personas que consideraba demasiado importantes en mi vida. Jamás pensé en envolverme con un tipo que tuviese el mínimo de humanidad, uno que violase la ética y la moral, que tomase lo que quería sin importar las consecuencias y viese la vida de los demás como un juego. Un hombre caprichoso, egoísta, insensible, despreocupado y egocéntrico, eso había sido Chris, descubrirlo luego de cuatro meses de relación había sido como un puñal enterrándose por mi espalda directo a mi corazón.

Ni siquiera había logrado derramar una lágrima, la ira contenida, la decepción, indignación hacían hervir mi sangre a punto de ebullición, mis oídos zumbaban aturdiéndome. Aquella tarde me había adelantado en llegar a su apartamento y le tenía preparada una sorpresa por su nuevo logro, Chris había conseguido superar su sustentación con honores, obteniendo así su doctorado.

Esa tarde, Chris había dejado su maletín y apuntes regados por la mesa, sabía muy bien que este era por demás ordenado y meticuloso con sus objetos que me supo extraño el desastre. Acomodé primero las hojas dejándolas apiladas, luego cogí su maletín y metí los cuadernos que usualmente había visto que se encontraban en él; uno de ellos cayó de sus manos sin querer al escuchar intempestivamente los alaridos de un can en la acera. Una foto y varios apuntes en pequeños papeles salieron del cuaderno al caerse este abriéndose y revelando su contenido.

Me agaché para recogerlos y allí vi la foto de su pequeño amigo, quien consideraba como un hermano. La foto de un Yuuri de 14 años, pequeño y regordete. Reconocí la foto en cuestión ya que era la que él había tomado en casa del menor el día de su cumpleaños. Confuso, recogí los folios, empezando a leerlos sin comprender qué significaban las cifras apuntadas junto con fechas y nombres de lo que suponía que era la medicación que este le aplicaba. Tomé asiento, empezando a ojear el cuaderno con atención y fue allí, que en la mitad de este había una especie de bitácora, en donde detalladamente relataba cómo Yuuri había llegado a su consulta, el motivo y los exámenes que le realizaba; los descubrimientos que hacía al aplicarle una serie de sustancias buscando estimular de diversas maneras el cuerpo del menor y como este se había convertido en su rata de laboratorio.

Mi cerebro no podía procesar toda la información revelada, y la frialdad con la que había hecho todo ello. Mareado, me levante corriendo hacia el baño a vomitar, quería destrozar a Chris. Él sabía qué era Yuuri y lo había tomado como objeto para experimentar por deleite y curiosidad, descubriendo por sí mismo cómo funcionaba la dinámica Alfa y Omega, obteniendo así la mención honorífica y destacarse como el mejor médico del condado en su especialidad. Me dolía no haberme dado cuenta antes por estar tan ocupado pensando en cómo hacerle gritar o seducirlo, varias veces me había dejado pistas evasivas de que lo que hacía con Yuuri no era honesto. Como si fuera poco, también había tomado a Viktor como prueba para relatar los resultados de un nuevo anticonceptivo que estaba tentando a demás científicos y químicos en colaborar con su elaboración y modificación antes de ser lanzado al mercado, sin contar las últimas salvajes sesiones llenas de medicamentos que el albino había soportado por el deseo ambicioso de ser un Alfa.

Forjando nuestro destino #ViktuuriAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora