Capítulo 19

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No podía estar en la misma pieza con Viktor sin sentirme como la peor persona del mundo, deseaba ser tan fuerte como él y decidido, sin miedos; pero yo no era así, yo era un pequeño cobarde que deseaba lo mejor para él

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No podía estar en la misma pieza con Viktor sin sentirme como la peor persona del mundo, deseaba ser tan fuerte como él y decidido, sin miedos; pero yo no era así, yo era un pequeño cobarde que deseaba lo mejor para él. Sorbí mis lágrimas abrazándome debajo del árbol, mirando hacia el lago congelado donde había ocurrido nuestro primer y seguro último beso.

Le amaba, yo le amaba tanto que ahora los latidos de mi corazón dolían.

Pensé en conversar con él pero el verlo al lado de Chris todas estas semanas me enfermaba, los celos me colmaban a tal punto que odiaba a mi doctor, prefería rehuir de ellos e seguir ignorando a Viktor. Tal vez cabía la posibilidad de que Chris estuviese enamorado de Viktor y no de Phichit. La última vez que había conversado con mi amigo no quería saber nada del suizo, sonaba demasiado irritado y encolerizado. Él no me había contado las razones por las que se habían separado sin embargo debía ser algo serio para que el rencor se hubiese extendido por estas largas semanas.

Mi cabeza latía al punto que deseaba vomitar, decidí regresar a casa, había dejado a Viktor abandonado a pesar de que mi madre me dijese que no le dejase solo, se veía débil y más frágil, ardiendo en fiebres que no tenían fin al igual que los vómitos incontrolables que le hacían perder el conocimiento por horas. Preocupado y consciente de que era la peor basura del mundo al mostrarme indiferente con él, regresé a casa.

Al entrar a mi casa, noté que mi madre aún no había vuelto. Decidí ir al cuarto de Viktor para observar cómo se hallaba, era la primera vez después de tanto tiempo que iba a verle por mi cuenta, los recuerdos de ambos llegaron a mí relampagueando, pequeñas lágrimas cayeron de mis ya irritados ojos.

Fue allí cuando ya estuve delante de la puerta que escuché la voz de Chris, hablándole en un tono que hizo que me pusieran los vellos de punta. Él le hablaba en un tono sexual y grave, Viktor estaba en todo su derecho de estar con él, tal vez Viktor le había aceptado como su alfa. Devolví mis pasos, agachando mi cabeza y apretando mis puños contra mis muslos. Había perdido a Viktor para siempre y me odiaba por ello.

─ ¡Yuuri!... ¡Yuuri!.... ─le escuché gritar desesperado, fue allí cuando paré de golpe, confuso, sin entender qué estaba en realidad pasando─ ¡Yuuri! ─aquel último grito había sido desgarrador, asustado temblé, mis piernas entraron en modo automático, regresando a la puerta de Viktor, gritando y golpeando la puerta, buscando que Chris le dejase sin embargo podía escuchar los gruñidos del Alfa y su potente aroma inundarme.

Al ver que no funcionaba empecé a golpear la puerta con todas mis fuerzas utilizando medio lado de mi cuerpo, dispuesto sí o sí a derrumbarla de ser posible. Fue allí cuando percibí que el pestigo saltó con fuerza abriendo la puerta de golpe, cayendo torpemente al piso por la fuerza del impacto. Con rapidez me paré, observando como Chris me miraba con rabia, totalmente ido. Él no era el doctor pervertido de siempre, él era una bestia consumida totalmente por su celo, las feromonas de Chris eran tan intensas que me hacían temblar de pies a cabeza, asustándome más de ser posible.

Forjando nuestro destino #ViktuuriAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora