Las horas lejos de Yuuri eran terribles para mí, muchas veces había abrazado su cintura rogándole que no me dejase y faltase a su trabajo, mirándole con mi mejor cara de "perro bajo la lluvia", haciendo pucheros o rezongando; los ojos café rojizos de Yuuri me observaban con culpa por no cumplir mis deseos, él también deseaba pasarlo a mi lado sin embargo sabíamos que las cuentas no se pagaban solas.
Cuando regresaba, ya tenía la cena lista,
y en los casos en donde yo me quedaba dormido, le encontraba haciendo la cena al despertar por el olor delicioso a comida. Ambos conversábamos mucho sobre nuestro pequeño bebé, imaginando cómo sería y todo lo que teníamos para ofrecerle. Habíamos planeado que si lográbamos ahorrar lo suficiente, lo llevaríamos con nosotros a casa de sus abuelos en el campo, para que los conociese y apreciase con sus pequeños ojos la tierra en dónde había comenzado nuestra historia. Si bien por ser tan pequeño nuestro cachorro no lo recordaría, sacaríamos muchas fotos con la cámara que Phichit nos había obsequiado, para así empezar un álbum de sus pequeños pasos.Así como también, nos turnaríamos para cuando Yuuri también estudiase en la universidad y yo buscase trabajo. Mis miras también eran regresar y buscar a Yakov en ese viaje nuevamente y tratar de buscar alguna oportunidad para presentarme en algún evento, por más pequeño que fuese.
Quería escalar poco a poco con mi familia, los tres juntos, yo no podría separarme de Yuuri, él era una parte importante de mi vida a la que jamás iría a renunciar o dejar de lado, al igual que mi pequeño cachorro que estaba en camino.
La vergüenza y las dudas por los cambios que estaba atravesando mi cuerpo me atacaron cuando debía desnudarme ante aquel hombre que amaba tanto, hubieron veces en las lo evitaba o buscaba algún punto oscuro de nuestra habitación para que la penumbra me permitiese ocultarme, mi pecho se había hinchado un poco trayéndome dolor y sensibilidad en aquella zona que prometería nutrir a mi bebé con leche. El primer día en que había notado el cambio ligero de tamaño y el dolor fue un poco mortificante, me sentía como un extraterrestre, un bicho extraño. El hecho de ser comparado con una mujer me molestaba sin embargo entendía que aquellos cambios eran buenos para el cuidado de mi hijo, el cuál aun no contaba con posibles nombres porque ambos cada día teníamos centenas de sugerencias por parte de nuestros amigos y colegas.
Mi cuerpo respondía mejor con las hormonas que Chris de vez en cuando me suministraba al igual que el golpe vitamínico que me había medicado para cuando por las náuseas y mareos lo menos que deseaba era probar si quiera un bocado.
Él, una tarde a solas me había explicado que Yuuri no era solamente un Omega, cosas que yo ya sabía en parte cuando habíamos intimado por primera vez, ya que este había anudado en mi como si se tratase de un Alfa.
"─Yuuri no es solamente un omega, Viktor; su cuerpo es algo complejo. Yo no imaginaba que este podría anudar y provocar un embarazo en ti cuando su naturaleza se había manifestado como Omega en su primer celo.
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Forjando nuestro destino #ViktuuriAwards
Fanfiction[AU] [Viktuuri] [Omegaverse] Yuri on Ice. Jamás había estado preparado para lo que le destino le tenía reservado. Él no tenía conocimiento ninguno para su verdadera naturaleza, la cual, le terminó despojándole de todo lo que consideraba propio...