Capítulo 32

1.4K 164 74
                                    

Con cariño, deslizó sus manos por el cuerpo del hombre que descansaba a su lado, aspirando su aroma profundamente; la luz colándose por la ventana le daba un ambiente más cálido y familiar a la habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con cariño, deslizó sus manos por el cuerpo del hombre que descansaba a su lado, aspirando su aroma profundamente; la luz colándose por la ventana le daba un ambiente más cálido y familiar a la habitación. Mimoso limpió el rastro de saliva del de cabellos oscuros con el pulgar, sonriendo adormilado pegó su mejilla tibia en el pecho lampiño, así escuchando con mayor claridad el acompasado y tranquilo latido ajeno.

Viktor jamás imaginó ser tan estúpidamente meloso y romántico, pero con Yuuri se le antojaba serlo y exagerar. Gracioso, rio de sus pensamientos deslizando a un lado el brazo que lo mantenía protegido, tomó a su hijo en brazos al retirarlo de su cuna saliendo de su habitación. Prendió la radio y escuchó noticias sobre su madre, ella lanzaría su nuevo disco en Nueva Orleans luego de su presentación.

No sabía cómo sentirse al respecto con ella, "¿Qué le hablaría al verla nuevamente?" .

Con cuidado retiró las tazas de la repisa, preparando para sí y su futuro esposo un poco de café. Tenía sueño y se sentía exhausto, aquellas tres noches con el celo de Yuuri lo habían prácticamente exprimido. Besó la frente de su bebé, sentándose con este, bebiendo su café luego de haberle dado la leche en fórmula a Daveth. Mientras escuchaba la música de fondo inconsciente tarareaba adormilando a su hijo, logrando que este descansase profundamente.

Yuuri entró, restregando sus ojos con fuerza, con el cabello hecho un nido de pájaros, despeinado. Tomó su taza, sirviéndose café para sentarse junto con Viktor en la mesa. Con cariño saludó a ambos, dejando un beso sobre sus coronillas.

─¿Ya puedo salir a trabajar? ─preguntó Viktor, dando otro sorbo a su café, ya más despejado que cuando se despertó.

─Sí ─susurró Yuuri con sus mejillas coloreadas, ligeramente avergonzado.

─Más tarde iré al salón, primero iré a buscar a Emil ─avisó, terminando con su bebida. Acariciando con cariño la mejilla cálida de su hijo, ahora dormido en su regazo.

─Viktor... ─llamó Yuuri, apretando el garra de su taza con las dos manos, disfrutando del pequeño vapor que emanaba la bebida─. Hablaba en serio cuando te propuse matrimonio.

Viktor volteó, posando su mirada dulce y azul sobre la de marón rojiza, apretando sus labios. Yuuri se levantó y sacó de sus pantalones de pijama la cajita aterciopelada que había sacado cuando su hijo nació.

─Se supone que debería pedírtelo en presencia de mis padres y amigos en una deliciosa cena, pero no puedo esperar más y ya me adelanté a mis planes. Eres lo más preciado que tengo ahora Viktor, tú y mi bebé ahora lo son todo para mí; no puedo ofrecerte protección y sosiego como un Alfa...pero sí mi alma y amor, ¿Te quieres casar conmigo? ─de rodillas, recitó su discurso, esperando que Viktor dijese algo sin embargo este había empezado a llorar en silencio─. ¿No quieres? ─preguntó asustado, sin saber qué más hacer. No había contemplado la idea de ser rechazado.

Forjando nuestro destino #ViktuuriAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora