2. LA REVELACIÓN.

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—Y entonces me invitó a salir y acepté.

—Y no sé porque me sigue sorprendiendo que lo hagas, otra vez.

Contesto por lo bajo cuando salimos al estacionamiento. Barbara tiene desde la clase de literatura hasta ahora hablando sobre Kyle y el cómo está segura que lo suyo funcionará por décima vez después de tantos intentos tóxicos fallidos. Se queda en silencio por mi comentario y aprovecho para mandarle un mensaje a Brent y preguntarle si ira a casa esta tarde antes de que las chicas vayan y prefiera no hacerlo. Por lo general no necesito preguntarle ya que parece que no tiene una casa, cada que llego de clases él ya está ahí acostado en el sofá comiendo palomitas.

—Es que Barbara, ¿dónde queda tu dignidad?
—Mia la riñe llamando mi atención para atacar de nuevo.

—Seguro en ninguna parte—hablo y Barbara me agradece—Claramente porque ya no tiene dignidad.

—¡Oye! —me grita, pero la ignoro.

Karla le resta importancia a la pelea poniéndome al tanto de que Peter estuvo preguntando por mi todo el almuerzo, pero para ser honesta no pensé en volver y preferí quedarme a darle dulces de menta a Mia mientras veíamos nuestras vidas pasar recargadas en la pared afuera del baño. así que ir de nuevo a la mesa ya no fue una opción considerable en mi cabeza.

Lily niega quitando la alarma a la camioneta.
—Barbara ya habíamos hablado de eso, quiérete poquitito.

—Si me quiero, per...

—Naha, no es verdad—paso por su lado—A estas alturas ya deberías de saber que Kyle no quiere nada. De nuevo, como cada vez.

—Dicen eso porque a ustedes nadie las quiere, en especial a ti.

Elevo las cejas mofándome.—Cierto, porque no todas buscamos a alguien que nos quiera.

Atacó sutil haciéndola verme con unos ojos que casi echan lumbre. Por no decir que siempre tiene una manera tal exasperante de arrastrarnos a todas con sus problemas y hacer dramas de la nada. Le regalo una sonrisa fingida viendo como Lily le quita la alarma a la camioneta para subirnos a nuestros respectivos lugares. Abro la puerta subiendo un pie en el lugar del copiloto, pero entonces la pelirroja vuelve a mi lado deteniéndome.

—¿A dónde vas?

Arrugo el entrecejo—A mi lugar.

—No, ese es el mío, yo me vine en la mañana adelante y te toca irte atrás.

Contesta exagerada con las manos en la cederá como esperando a que haga lo que ha dicho, sin embargo, se nota que no me conoce porque entonces sabría que no voy a hacerlo. Cierro los ojos chistando.

—Es una lástima, pero yo siempre voy adelante.                                       
—Claro que no ¡Lily dile algo!
—grita como cría viendo a la morena cuando esta le da una mirada subiéndose a la mini van restándole importancia con la mano.

—Eso no Barbara, no hasta que entiendas que Kyle es un idiota—la señala con los ojos entornados—Y hablo en serio.

—Anda cariño, súbete con las rechazadas.
Mia la señala desde el asiento trasero riéndose viéndonos a ambas.

Barbara entre cierra los ojos molesta mientras trata de no abofetearme cuando comienzo a bailar salsa triunfante subiendo mi trasero a la camioneta con una sonrisa en los labios. Me re acomodo en mi lugar antes de frotar mis manos sobre el estéreo escogiendo una buena estación para el camino a casa, todavía puedo escuchar a Barbara inconforme quejándose porque ella merecía estar adelante. parece un maldito disco rayado.

El club de las chicas solteras© (YA EN FÍSICO) NO EDITADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora