El club de las chicas solteras© (YA EN FÍSICO) NO EDITADO

50. EL TIEMPO/FINAL

Dos semanas han pasado. Resumiendo, el tiempo de estudio en mi cabeza sólo la eh pasado durmiendo y escribiendo correos para la universidad; una que otra salida con Barbara, Julie y Paulina. Mientras el único tiempo libre que tengo lo dedico a buscar habitaciones disponibles en Seattle junto con Karen aún con esperanza de tener el tiempo suficiente para ir a la entrevista del rector ya teniendo donde quedarme. Mi padre se ha tomado la gran atribución de dejar todo listo para mañana antes de irme, organizó mi horario para que no pierda tiempo en repasar la universidad con detenimiento ya que el dictamen definitivo de mi entrevista será dos días después; así que si quedo dentro necesitaré adaptarme lo más rápido que pueda, si no, enloqueceré tanto como mi madre intentando hacerme comida y congelarla para que pueda llevarla conmigo en una maleta gigante.

Evan y yo hemos dejado de hablar desde el último adiós. Quiero pensar que siguió con su vida aún después de todo, sin embargo, creo que después de todo no tenerlo conmigo fue mi karma. Y aunque le eh rogando al universo que regrese todo a como antes aun sabiendo que no lo hará, creí que al final esto es lo qué pasa cuando una persona arruina a otras sin esperar que el destino se encargue de ellas por sí mismo. Y de ser así; entonces sí que es una basura de en serio.

Por otra parte, Brent llegara hoy de Nueva York después de su entrevista en el módulo de arte para comenzar en la universidad de arquitectura dentro una semana. Nos hemos hablado por Skype y aunque no es mucho tiempo muero por verlo, tanto que he tenido que venir a recogerlo al aeropuerto con un letrero en mis manos con su nombre mal escrito solo para avergonzarlo.

—Oh maldita sea—suelta en alto llamando la atención en cuanto sale del aeropuerto.

Sonrió burlesca—Bienvenido.

Niega, pero no lo dejo odiarme corriendo a este abrazándome a él. Lo escucho reír encajando su cara entre mi cuello abrazándome a su pecho, le doy un beso en la mejilla percatándome de que tiene otro tatuaje en el cuello en forma de un pequeño diamante en silueta. Rápido me separo de este dándole un golpe haciéndolo quejar.

—¡¿Que te pasa?!

—Cállate ¿Fuiste a la escuela de arte a tatuarte de nuevo?

—No, fui a la escuela de arte a hacerme arte—saca una carpeta en sus manos—E hice algo para ti.

—No me digas; un edificio—bromeó caminando con éste a la puerta de salida. Lo oigo chistar empujándome leve.

—Juro que es un buen edificio—eleva las cejas juguetón.

Camino a casa hablamos sobre las nuevas cosas que conoció mientras pasó estas semanas allá. Nos reímos de sus tragedias perdiéndose por las calles de New York hasta que llegamos a casa aparcándome en la acera todavía riéndome de sus golpees de mala suerte constantes. salgo azotando la puerta oyéndolo cambiar de tema preguntando por las chicas durante estas semanas, a lo que yo solo contesto que no sé nada y creo que en parte es porque realmente no lo sé; sin embargo, le he mirado quedar pensativo en cuanto yo le he regresado la pregunta sobre si sabe algo, pero este niega perdido dándome a entender que ambas cosas fueron un pésimo cuestionario de bienvenida.

—¿Entonces te irás mañana? —cambia drástico haciéndome asentir después de abrir la puerta.

—Eso creo, tengo la maleta lista y a mi padre tras de mi todo el tiempo recordándomelo—le sonrió entrando a la casa dejando su maleta a un costado.

—No entiendo cómo carajo viviré sin ti, apenas regreso y ahora tú te vas.

Ruedo los ojos sonriendo.
—Ya lo sé, pero no es definitivo. Volveré en algún momento.

Camino a la cocina sacando en jugo de naranja de la nevera sirviéndolo a dos vasos. Le pasó uno viéndolo sentarse al otro lado dejando la carpeta sobre la barra; elevó las cejas mirándola interrogante y ansiosa haciéndolo chistar sonriendo.