El club de las chicas solteras© (YA EN FÍSICO) NO EDITADO

49. BANDERA BLANCA.

¿Cómo sabía Jesús que judas iba a traicionarlo? Dejando de lado las teorías de cientos de personas alrededor de los cuarenta días que duro en el desierto o simplemente por ser el hijo de un dios, encontraremos que quienes hemos sido traicionados y hemos traicionado aprendemos a ser observadores, tenaces y audaces. Porque sabemos que solo es cuestión de tiempo para que judas, se ahorque solo.

Mis mentirosas, traidoras y despistadas amigas me arrebataron mi orgullo, mi dignidad. Me traicionaron, me mintieron y eso no se iba a quedar así. Tenía que ser más inteligente, ir un paso antes y tener en cuenta que, para mentirle a un mentiroso, hay que tener una mentira todavía mejor. Si no me creen, pregúntenle a Lily.

Siempre tan competitiva y obstinada, pero con un único defecto, creerse la mejor dentro de cualquier juego. Sabía que me odiaba lo suficiente por haberle roto el corazón a su hermano como para inventar una apuesta que me rompiera el corazón a mi también; y entonces cuando Peter comenzó a hablarme sabia que no podían caerme del cielo limones si ya había aprendido a hacer limonada; Fui el centro de su plan, y para ella una persona incapaz de saber el porqué de todo lo que pasaría. La caja de pizza, los anónimos en mi puerta, las peleas sin razón. Y después de que la primera nota llego, junto con una llamada, Lily calló por haberle pagado al repartido que hizo llegar la caja vacía con la nota dentro. En parte creí que era un juego, le di la oportunidad de decir la verdad, pero cuando no lo hizo. Todo comenzó.

Pasé horas en mi computador buscando exactamente la misma letra de la primera nota y una vez que lo tuve, no fue difícil enviarla en el famoso papel rosa también destapando fotografías para tumbar todo su plan y hacerle saber que no estaba sola. Y que, si quería jugar entonces íbamos a jugar, pero a mi manera.

Cree toda una atmósfera de desconfianza poniendo a todos a mi alrededor en sospecha, y con su ayuda y sin que se dieran cuenta logre que las unas hablaran de las otras. Formé peleas entre ellas y apreté tanto la cuerda hasta que terminé sacando el egocentrismo y el odio de cada una contra las otras otorgándole la culpa únicamente a la apuesta. lo suficiente para desviar su atención y poder seguir con el plan perdiendo por completo mi rastro y llevándolas a mi has bajo la manga. Barbara.

Tome las fotos de Mia y Brent en mi jardín antes de que se dieran cuenta que estaba mirándolos, seguido de Karla con Apolo en el patio de la escuela. Pensaba publicarlas yo misma pero cuando la pelea del patio apareció y todas se volvieron a mi favor, sabía que Barbara estaría lo suficientemente enojada como para publicarlas por mí y así mataría dos pájaros de un tiro.

Utilicé todos los refuerzos a mi favor confundiendo todavía más a la reina entre los peones. que todo pareciera que regresaría a la normalidad robando los dijes con ayuda de Brent en casa de Lily una noche que se quedó con Wesley y después de que Apolo se pusiera de nuestro lado informando donde los tenía sabiendo el plan de Lily yo podría volverlos a re aparecer como por arte de magia. Y para eso había solo una persona que podría creer que el karma de su traición iba disfrazado de las mismas notas anónimas que se habían salido de control al saber que ahora no solo era Lily quien las mandaba. Y esa era Mia.
La convencí de que no dijera nada como psicología inversa sabiendo que lo diría, así yo misma saldría dentro del envase y estaría fuera de sospecha cuando dijera que estuve ahí con la coartada de Evan. porque para ser buena actriz debes de créete tu papel, y el mío ya estaba harto de sus mentiras, de sus juegos y de esa amistad que solo era una cortina de humo para hacerme pagar por algo que no merecía.

Así que deje los dijes a la vista la noche de pijamas en que tenía contemplado crear una pelea entre Lily. Los dejé tan a la vista que la misma Lily los encontraría guiándose sobre lo que Mia le había contado de la noche en que aparecieron en su casa y se los llevaría. Y cuando los entrego horas después, supe que había mordido el anzuelo.