13. FIESTA LOCA 2/2

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Mia se pasa una y otra vez el rodillo pequeño de las pestañas pintándolas de plastas color negro mientras que Barbara se pone labial para terminar de maquillarse después de tanto tiempo que ha llevado el recorrido, gracias a que tuvimos que desviamos del camino para pasar por ella. Y si a eso le sumamos que llevo más de cinco minutos sorbiéndome la nariz sintiéndome enferma y oyendo a estas discutir por lo tarde que es; definitivamente no es la mejor noche de todas.

—Esto es tu culpa. Si hubieras tomado otro taxi todas ya estaríamos medias ebrias—escuchó refunfuñar a Mia por segunda vez.

Barbara se gira enojada—Ya cállate, tu voz me molesta.

—Tu a mí no vas a callarme.

—¿Quieres ver que sí? Porque tengo muchas ganas de hacerlo.

—¡Las dos cállense ya! —suspiro negando—carajo, basta.

—Per...

—Pero nada, necesito paz maldita sea.

Me les quedo mirando por un rato. El silencio en el auto se forma, pero entonces todas soltamos risas al unísono haciendo que el chofer nos mire extraño. Realmente estamos más perdidas de lo que pensábamos y la tensión aumenta cada cuadra que pasamos sin estar cerca de la fiesta.

—No creí que te pondrías ese vestido en serio—la pelirroja de adelante me ve desde el espejo.

Frunzo el entrecejo—Yo tampoco creía que te traerías ese animal que está durmiendo en tu cabeza, pero sin embargo aquí esta.

—¡Es su peinado! —Mia se carcajea tomándose el estómago.

—¡Cállense! es un chongo despeinado.

La rubia y yo nos volteamos a ver cuando habla para después estallar a carcajada abierta mientras el rostro sombrío de Barbara parece no tener sentido del humor. Por lo regular así nos llevamos todo el tiempo., nos hacemos burla la una de la otra y todo normal. Solo que ahora no es el mejor momento para Barbara, porque va perdiendo.

—Parece una bolsa de basura mal amarrada Bárbara.

Esta abre la boca ofendida.
—¡Ya déjame!

—Tú te llevas y no te aguantas.

Suelto quedando con la sonrisa en los labios hasta que esta menciona que se bajará en la siguiente esquina y mi sonrisa se desvanece. Mia también parece sorprenderse ya que ha parado de carcajearse de golpe durante un momento, pero en lo que menos vemos ya estamos cerca de la casa de Brent, entonces le pido al chofer que se siga de lleno para llegar rápido.

—¿Que no escuchó? ¡Bájeme!

—Eso hubieras dicho cuadras atrás—Mia se ve las uñas con modestia haciendo que esta se gire brusca a nosotras.

—Siempre queriendo ser el centro de atención, ¡siempre carajo! ¿cuándo tomarán todo en serio?

—Oye tranquila, tu problema ya ni siquiera parece ser con nosotras ¿qué diablos te ocurre?

Le digo mientras Mia hace una señal de que aborte la misión, pero la ignoro haciéndola ponerle fin de una vez por ella misma. 

—Esto ya fue bastante divertido dejémoslo para después.

Ruedo los ojos oyendo a Mia—Solo dilo Barbara.

—Chicas, no creo que sea adecuado...

—¡Cierra la boca! —Barbara le grita—Ustedes son mi problema.

No entiendo a qué viene su reacción, no creo que haya sido para tanto alboroto, menos como ella se está dedicando a hacer la cosas. guardo mi celular en mi bolso antes de que sea capaz de lanzarle el celular en la cara.

El club de las chicas solteras© (YA EN FÍSICO) NO EDITADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora