Angie solis.
¿Qué hace Barbara todavía aquí?
Me sorprende verla sentada en las escaleras de la entrada, aun cuando pensé que después de todo el tiempo limpiando el parabrisas ya habría desaparecido, tal parece que no. trae una caja en sus manos a las cuales le da vuelta cuando freno poco a poco llegando a la cochera poniendo la camioneta en su lugar. entonces eleva la cabeza poniéndose de pie cuando me ve, seguro preparándose para arrojarme la caja a la cara.Doy un portazo al bajarme olvidado la mochila, pero no me importa regresar por ella mientas giro las llaves en mi dedo de la argolla de metal. se acerca como un venado asustado, pero la ignoro siguiendo con paso firme cuando pienso en solo pasar por su lado y adentrarme en mi casa, sin embargo, me resulta imposible cuando me la topo de frente a pocos pasos de mí.
—Angie yo quisiera hablar.
Se queda mirándome seguro el parche que tengo en la frente.No sé qué pasa, pero inmediatamente me arrepiento de haber bajado de la camioneta como si fuera mi zona de seguridad. entonces hago lo único que se me ocurre para regresar a ella. Fingir llamar por teléfono.
—¿Como te va papá? ¿Los niños están bien?
presiono la alarma de mi llave quitándole el seguro a mi papel de mentirosa.—Desde aquí puedo ver como tu oreja está en Google.—suelta haciéndome maldecir, pero no hasta que termino por subirme dándole un vistazo alejándome el celular.
—Lo siento, intentaba huir para que no pudieras lanzarme nada en la cara.
Al decirlo no puedo evitar sentirme mal por ambas. por nuestra amistad y lo que eso implicaba cuando pasábamos momentos juntas. Muy en el fondo quiero insistir en que podemos perdonarnos si quisiéramos y seguir juntas olvidando lo ocurrido, solo debo saber que va a disculparse de verdad.
—Ya, ¿Podemos hablar?
sus ojos están rojos mientras su cabello despeinado lleno de césped y tierra se mecen contra el viento que hace.—¿Ahora si tienes ganas de hacerlo? Olvídalo.
—Yo solo quería ver como estabas, no tenía idea de lo que había ocasionado en el campus. En serio Angie.
Quisiera creer, pero no puedo—No trates de mentirme Barbara, ambas sabemos la verdad de todo este asunto.
—Pero Ang.
Inhalo relajándome sintiendo la cabeza explotarme.
—No quiero pelear, porque ya estoy exhausta de hacerlo., así que lo mejor será que solo ofrezcas la disculpa que pensabas ofrecer y te vayas.
—Aguarda ¿creías que venía a ofrecerte disculpas?
—habla y entonces me saco de mi nube.—¿Y entonces a qué venías? ¿A regar el jardín? —Me cruzo de brazos esperando su respuesta. Una respuesta que no llega—Bien, se acabó.
Frunce el entre cejó señalándome.
—Tú deberías disculparte, también me lanzaste tierra en la cara primero.
—Y tú me jalaste el cabello y me lanzaste una piedra que hizo que me pusieran casi cuatro puntadas.
A simple vista parece una pelea de niñas en preescolar, pero si a eso le quitamos toda la intención tan directa de Barbara con dejarme la cara morada, entonces no hay más que inmadurez en el airé disfrazada de amistad. Tal falso como eso.
—Escucha solo venía a decirte que ya hablé con él y me explicó todo el mal entendido entre ustedes, ahora todo está bien.
—¿Hablaste con quién?
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El club de las chicas solteras© (YA EN FÍSICO) NO EDITADO
Teen Fiction¡YA EN FÍSICO! (GANADORA DE PREMIOS PLANETAS COMO HISTORIA ORIGINAL Y MEJOR PORTADA) - ¡¿Escuchaste hablar sobre lo que ocurrió en el baile de graduación?! -Como olvidarlo. Era más que obvio que eso iba a suceder. - pero las cinco eran mejores am...