39. DESAGRADABLE COMO PAPA FRITA

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—Gracias joven divertido—acomodo mi barbilla en su pecho

—Siempre es placer—me guiña un ojo—Ahora tenemos que levantarnos porque tú madre está mirándonos.

Frunzo el entrecejo—¿Y?...

—Y me da vergüenza ¿qué va a pensar de que estés enzima de mí? Que en teoría ya lo has estado, pero...

—Cielos, rompes los buenos momentos.

—Lo aprendí de ti—medio ríe—Ahora levántate de mí porque juro que, si no te mueves, seré imprudente.

Susurra lo último erizándome la piel haciendo que de inmediato me levante hecha un desastre. Me limpio las manos mirando a Evan con la playera blanca llena de tierra, césped, pintura, papeles con harina y algo de rímel que aproveche para limpiarme.

Estira su mano tomando la mía.
—¿Estás lista?

Lo miro sin saber—¿Lista para qué?

—¡Para más agua! —Brent abre el grifo mojándonos a Evan y a mi junto con las chicas. Estás chillan tragando agua.

Corro por mi vida sintiendo mis pies doblarse con los tenis empapados y pesados. Llegó refugiándome detrás de Mia y esta me ruega que no lo haga cuando Brent se dirige a ambas con la manguera. Elevó las manos rindiéndome mientras Mia maldice cuando este nos señala con la manguera en señal de amenaza.

—Lo lamento muñecas per... ¡Oye!

Evan le lanza globos junto con Lily y Barbara quienes se carcajean mientras corren por el jardín. Evan le lanza otro y este lo moja con la manguera dejándolo empapado. No puedo evitar ver cómo se transparenta la playera a su cuerpo dejando ver su torso desnudo y firme admirando todo lo que ya he visto antes haciéndome un tic nervioso en el ojo.

—Tierra llamando a Angie—Mia me da un codazo.

—¿He? ¿Qué pasó?

Esta se ríe, pero refunfuñó dándole un golpe en el hombro mirando a los otros mojarse. Evan y Brent comienzan a empujarse entre bromas, pero terminan en el suelo soltándose maldiciones y empujándose cero bromistas. Mia maldice y yo ruedo los ojos caminando detrás de ella.

—Me estresan—me sobo las cienes.

—¡Ya basta! No se peleen aquí—Mia jalonea a Brent de la camisa—¡Dije que ya!

Evan se levanta intentando lanzarse de nuevo al pelinegro, pero entonces llegó parando su carro.

—¡Evan ya! Basta.

Ambos respiran entrecortados viéndonos a ambas y al instante comienzan a reírse tomándose en estómago. Mia niega empujando a Brent enojada y yo miro a Evan con mi cara de ¿es en serio? cuando Intenta abrazarme, pero le doy un golpe en el hombro rodando los ojos caminando a Mia quien recoge la manguera abriendo el grifo mojando a Evan y a Brent.

—¡¿Pero ¡¿qué chingados?!—Evan grita y Brent lo sigue bamboleándose cubriéndose la nariz.

—¡Puta madre, apágale!

Suelto una carcajada—No, no lo apagues.

Mi madre abre la puerta mirando la pelea entre risas negando. Me hace una seña y rápido corro a ella cuando abre sus brazos para estamparme aún toda empapada.

—La comida está lista, ve a ducharte—me da un beso en la cabeza—Corre, yo alimentaré a estas bendiciones mientras bajas.

Asiento haciéndole caso mencionando que no tardare a las chicas antes de correr dentro subiendo las escaleras. Busco en mi armario que ponerme y la escasa ropa me hace pensar dos veces entre ponerme un vestido o un short color café con blusa en V. Optó por ese y unas sandalias blancas para seguido correr dentro de la ducha dando brinquitos poniendo música.

El club de las chicas solteras© (YA EN FÍSICO) NO EDITADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora