I Hate You ↯ TaeDo

Tres

- ¡Doyoung! - exclamó Yuta. - ¿Estás bien? Te noto algo... Agitado....

- S-si.. E-estoy bien. - trato de sonreír.

- ¿Qué te pasó en el labio? - se acercó al menor, algo preocupado.

Doyoung tocó su labio inferior, dándose cuenta de que salía algo de sangre de ellos, y entonces recordó lo sucedido minutos antes.

- Am.. Y-yo.. Tropecé mientras bailaba, y pues me rompí el labio.. - trató de sonar normal, pero se dio cuenta de que falló cuando el japonés puso una mirada de incredulidad.

- ¿Me dirás que no estuviste en la sala de ensayos con Taeyong?

El menor palideció.

- ¿Qué? - dijo sin aliento.

- Te vi entrar a la sala, y después vi a Taeyong. No quise interrumpir, así que me regresé.

El peli-morado soltó el aire que estuvo reteniendo.

- ¡¿Pelearon?! - supuso el mayor, al notar el silencio de Doyoung.

- ¡No, por supuesto que no! Ni siquiera nos dirigimos las palabra. - el japonés hizo una mueca.

- Me hubiera gustado que por fin hicieran amistad.

- Ya te lo dije, eso jamás. - se quedó pensando en cómo cambiar el tema. - ¿Porqué no estás en la cama aún? Es tarde.

- Baje por agua. - se encogió de hombros.

- Pues vuelve a la cama, hyung. Mañana habrá un show, debemos llegar temprano.

- De acuerdo, pero tu también deberías dormir. - suspiro y subió las escaleras.

Una vez que Yuta se marchó, la puerta se abrió abruptamente. Doyoung se giró a ver quien era.

Hansol se veía atarantado, agitado y algo asustado.

- No puedo creer lo que hiciste con Taeyong. - exclamó aterrado para luego subir los escalones, y dirigirse a su dormitorio.

El miedo de que Hansol los haya visto invadió a Doyoung.

Aunque... Después de sus palabras, era obvio para Doyoung que efectivamente los había visto besándose en la sala de prácticas.

Mientras tanto, Taeyong de encontraba mirándose en el espejo de la sala, tratando de buscar algún defecto que no pudiese gustarle a Doyoung.

Si... El beso funcionó de algo.

Taeyong se dió cuenta de que le gustaba ese chico amargado.
Se puso a recapacitar el porqué no se llevaban bien, y ni el mismo lo sabía.

Quizás era que le gustaba, y no lo quiso aceptar al principio, por eso trato de alejarse de él, tal vez sea eso.

- No, no me puede gustar Doyoung. - se murmuró mirándose aún en el espejo.

Comenzó a descartar la idea de que le gustaban los chicos. Sonará algo homofóbico, pero le daba asco el pensar lo que dos hombres podrían hacer al estar solos en una habitación.

- ¡¿Porque mierda lo besé?!
Comenzó a recordar los dulces labios de Doyoung. Tan rosas y suaves.

- ¡Lo peor! - tocó sus labios. - ¿Porque mierda me gustó? - murmuró torpemente.

Recordó lo lindas que se veían las mejillas rosadas del chico, tenía algo que llamaba la atención de Taeyong, algo que hacía que fuese imposible no besarlo con tanta pasión.

Definitivamente esa no será la última vez que lo haga.

- Dios, espero poder besarlo de nuevo. - cerró los ojos y sonrió como idiota. - ¿Que me estás haciendo, Dongyoung? - susurró para luego sonreír.

[...]

- ¿Tienes algo? Te he notado algo extraño desde hace unos días.

- Estoy bien, Johnny. - sonrió Doyoung. - Es solo que... - pensó en una buena excusa. - Extraño a mi mama, y.. Tú debes entender. - el americano asintió comprensivo

- Te entiendo. - sonrió cálido. - Hace días que no hablo con mi familia, quizás ya se hayan olvidado de mi. - fingió llorar.

- Quien se olvidaría de ti, Jeonghan. Digo, Johnny. - habló divertido, haciendo que la sonrisa del chico se borrara.

- ¿Hasta cuando me molestarás con eso? ¡Fue un error de Sehun, no mío!

- Pero fue un error válido, Jeonghan y tu se parecen demasiado.

- Ya no. - se cruzó de brazos indignado, haciendo que el menor riera.

- Acéptalo, es tu gemelo.

- ¡Solo de espaldas!

- ¡Es tu gemelo y punto!

- ¡Ay! - se cruzo de brazos. - Mejor me voy a ver a Ten. - y sin más salió de la cocina.

Doyoung sonrió y tomó un vaso para vertir algo de jugo en él. Lo tomó todo y lavó el vaso sucio. Se quedó parado unos segundos sin hacer nada, y luego tomó una manzana, se sentó en la mesa y sacó su teléfono para jugar un poco.

- Al fin te encontré. - hablo una voz seca.

Doyoung se giró en su asiento y miró al chico que entró.

Taeyong.

El mas pequeño se tenso.

- ¿Que quieres? No estoy de humor para pelear contigo.

- Hey, tranquilo. No quiero pelear.

Doyoung se levantó de su asiento y se cruzó de brazos frente a Taeyong. Estaba en verdad nervioso, pero no lo demostraría.

- ¿Entonces que quieres?

- Pues... Yo... No siempre nos hemos llevado bien, pero..

- Al grano, TaeYong. - el mayor suspiró.

- Escucha, me di cuenta de que era un idiota al tratarte menos que yo. Tienes razón, soy un egoísta y un desgraciado miserable que piensa que todo mundo está a sus pies, me di cuenta de que no es así, no soy nadie para estar difamando a los demás. Por eso te pido disculpas. - el menor mostró una cara de incredulidad. - Comprendo si no quieres mis disculpas, fui un completo patán, y no merezco ese tipo de trato. Así que solo te pido que tratemos de llevarnos mejor. Por el bien de los miembros. - sonrió. - ¿Amigos? - estiró el brazo, esperando que Doyoung tomará su mano.

El pequeño estaba en un debate mental. Creía que éste chico era un farsante, y quizás no se equivocaba.

Pero.. Todos merecen una segunda oportunidad.

- E-eso creo... - el chico, confundido, tomó la mano de Taeyong, dudando entre hacerlo o no, pero al final las unieron.

Una pequeña corriente electrica recorrió la espina dorsal de Taeyong y sus mejillas se tiñeron de un color carmesí.

- Me alegra. - sonrió cálido.

Doyoung frunció el ceño y alejo su mano rápidamente.

- Iré a descansar, estoy cansado. Buenas noches. - habló aún confundido para luego rodear a su 'Amigo' y salir de ahí.

- ¡Yeah! - festejo TaeYong. - ¡Al fin puedo tener a DoYoung a mis pies! Con un poco que trabajo lograré que se enamore de mi...

- ¡¿Que?!

'Oh oh..'