Maya
La música cesó y yo detuve la grabación.
- ¿Bien? -inquirió Kook falto de aliento y apoyando las sudorosas palmas de sus manos en las rodillas.
Asentí dándole a entender que por fin habíamos completado el video. Cuando me pidió ayuda para grabar una cosa, no pensé que se referiría a un baile.
- ¿Para qué es? No me lo has dicho -dije pagando su móvil a la vez que me incorporaba-. Es una coreografía nueva, ¿no? Y la canción tampoco me suena.
- Sí ... -tomó el movil y se rascó la nuca escondiendo un leve sonrojo-. La canción es de un amigo y me pidió que le ayudase con la coreografía ... Es un genio.
Sólo con mirarlo pude ver la emoción y la devoción en sus ojos. No sabía quién era ese chico, pero debía ser genial para que Kookie hablara así de él.
- ¿Quieres salir a cenar? -la sorpresa era notable en mí. Nadie me había preguntado eso antes-. Es tarde, tengo hambre y ... Es viernes. Además, recuerdo bien lo mucho que te gusta la pizza.
- Pero ... -dejé caer mi flequillo para ocultar el sonrojo que me atacaba-. Podrías estar engañándome para llevarme a uno de esos suburbios y vender mis órganos en el mercado negro después de matarme dolorosamente.
- Acordé diez puñaladas con el comprador -musitó Kookie lo suficiente alto como para que yo lo escuchara-, pero podría dejarlas en cinco si aceptas y no te resistes.
Tomó mi mochila de la esquina de la sala y comenzó a acercarse a mí. Yo sonreía como una boba, pero me gustaba que nuestro sentido del humor siguiera allí.
- Sin anestesia, no hay trato -fruncí mis labios reteniendo la risa.
Jungkook perdió y esa graciosa risa se escuchó por todas partes, contagiándome a mí también.
Fueron unos segundos relajados para ambos, pero apenas duraron. Kook se aclaró la garganta y me miró a los ojos, aunque no se preocupó de esconder la sonrisa.
- Lo digo en serio, Maya. Podemos ir a cenar.
Tragué duro, incapaz de desviar la mirada de sus pupilas castañas.
Llevaba ensayando casi dos horas, estaba sin aliento y agotado. No podía creer que dijera aquello de verdad. Con sólo echarle un vistazo, te dabas cuenta de que pedía a gritos descansar de una vez por todas. Y, a pesar de eso, con el sudor frío resbalando por su cuello, me estaba invitando a cenar un viernes a las diez de la noche.
- No tienes que agradecerme nada, Kookie. He venido porque quería y ... -mi voz temblaba, los dos lo sabíamos.
- Enana -un escalofrío me recorrió de arriba a abajo cuando cogí mis cosas y su voz retumbó a mi alrededor-, no busques excusas. Quiero salir a cenar. Da igual que nos encontremos a alguien de clase. Quiero cenar fuera. Con mi mejor amiga.
Confiaba en él, era ... Mi mejor amigo, al fin y al cabo.
- ¿Entonces, no jugarás con mi vida? -le pregunté mandando todas las preocupaciones que rondaban mi cabeza al cuerno.
Kook ensanchó su sonrisa y se encogió de hombros entendiendo mi respuesta.
- Si encuentro una buena oferta, puede que ... -yo le di un suave empujón en el brazo provocando nuestras risas.
- Está bien. Pero recuerda que mi vida vale mucho. No me vendas por una miseria, Jeon -revolví su flequillo mientras su bonita sonrisa me ensombrecía.
- Eso nunca -me guiñó un ojo y deslizó su brazo por mis hombros para acercarme a él antes de salir del aula.
Cerró la puerta tras nosotros y acordamos que yo iría a recoger sus cosas del vestuario mientras que él bajaría a dejar las llaves al conserje. Tuve que llevar una mano al lugar donde mi pecho se agitaba; estaba feliz. Era un sentimiento que había guardado tan hondo que, sentirlo a diario, todavía se sentía de lo más raro.
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House Of Cards; jjk |+18|
FanfictionDonde Jungkook se enamora de la hermana de Hoseok, su mejor amiga de la infancia. -Te quiero, Maya -susurró a mi oído-. Te quiero y haré que te ames por lo que eres. Sin reproches. Sin miedos. Porque tú has sido la luz al final de mi túnel, la única...