[0.1] "Enana"

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Maya

- ¡Hoseok! No me hagas repe ...

Pero acabó tirándome el cubo de agua por encima. Sentí cómo el agua fría se pegaba a mi camiseta de pijama, empapándome tanto que juré matar lentamente a mi hermano.

Él sonrió haciéndose el inocente, y habría logrado que reprimiera mis instintos asesinos porque esos hoyuelos son irresistibles para cualquiera. El problema era que yo no caía ante sus bonitas sonrisas como le ocurría a mi madre, y él lo sabía a la perfección.

- Hagamos un trato, Maya -dijo dando un paso hacia atrás-. Puedo convencer a mamá para que te compre ese libro que qu ...

- Hobi ...

Se detuvo de lleno. Fue como si todos sus músculos se paralizaran con solo llamarlo así. Orgullosa de ello, le mostré una sonrisa de lo más malévola dándole a entender que nada ni nadie podría detenerme. Mi hermano tragó con fuerza y yo me sacudí un poco el agua que goteaba por mi rostro tan temprano. Solo a él se le ocurriría hacer algo así un lunes por la mañana.

-Venga, Maya ... No ha sido más que una broma.

-¿Una broma? -le dije reprimiendo la risa-. ¿Te parece esto una broma?

La cara de mi hermano era impagable. De verdad creía que me había hecho enfadar. Nunca aprendería a diferenciar cuándo estaba solamente actuando. además de que el gesto de terror que tenía en esos momentos me hacía reír como una loca siempre. Pero esa vez me contuve a duras penas y continué haciéndole pensar que ese sería su último día sobre la tierra.

-Ten piedad de tu hermanito ... -dijo ya en un único intento.

Apenas hubo cerrado la boca, yo salí corriendo en su dirección como alma que lleva el diablo. Los gritos de Hoseok no tardaron en aparecer resonando por toda la casa. El pobre estaba tan asustado que ni siquiera se dio cuenta de que yo reía a carcajadas mientras lo perseguía. Esos ratos que pasaba con mi hermano me recordaban a cuando éramos pequeños y nuestro padre corría tras nosotros por todas las habitaciones con la simple intención de matarnos a base de cosquillas. Sonreí divertida al recordar aquello.

Hobi había llegado ya a la cocina, y cuando estaba a punto de atraparlo, dio un giro hacia atrás que me pilló desprevenida. Logró salir sin que lo pillara, pero al hacerlo de una forma tan precipitada, chocó con el sofá. A veces me preguntaba cómo podía ser tan despistado, pero me encantaba que lo fuera.

Yo no tardé ni un segundo en tirarme sobre él cayendo así ambos sobre el sofá de cuatro plazas favorito de mi madre. Las cosquillas no se hicieron de esperar y mi hermano comenzó a destornillarse mientras yo llevaba mis dedos por todo su cuerpo. Los dos reíamos a carcajada limpia cuando él aprovechó e inició su venganza al tirarme por el suelo tapizado dispuesto a hacerme reír hasta la saciedad.

- ¡Hobi! ¡Hobi, para! -dije como pude mientras lágrimas resbalaban por mis mejillas a causa de las carcajadas que me estaba provocando.

Pasados unos segundos, él se rindió a pesar de su desbordante energía y se dejó caer en el sofá. Yo me quedé tirada en el suelo recuperando la respiración hasta que lo miré y la risa volvió a apoderarse de nosotros. Por mucho que hiciera de madre para él casi siempre, adoraba esos ratos en los que volvíamos a ser dos enanos risueños que solo revolvían y ensuciaban la casa. Cuando el silencio se instaló en la habitación, deseé que papá hubiera estado allí. Sin embargo, debido a la felicidad que sentía en ese instante, ni siquiera su lejano recuerdo consiguió que la sonrisa despareciera de mi rostro.

- Estás loca, ¿lo sabías? -me dijo sonriente.

- Pero no más que tú -le respondí riendo.

Cuando mi hermano fue a abrir la boca dispuesto a empezar otra pelea mañanera, varios golpes en la puerta lo detuvieron. Puso la cara que siempre ponía cuando no quería hacer algo y se levantó del sofá sin fuerzas.

House Of Cards; jjk |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora