[3.8] "Puedes decírmelo"

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Maya

Mi mente divaga, una y otra vez.

Todo mi día había sido ... Cansado.
Ciertamente, los insultos de Sun esa mañana, habían quedado relegados a un segunda plano y ni siquiera llegaron a permanecer más de un par de minutos en mi cabeza.

Otras tantas cosas habían ocupado mi jornada. Por ejemplo, estaba esa extraña pero familiar comida que habíamos tenido Hobi y yo con mamá y Mark. Todo había fluido tan natural, tan sencillo, que ... Se me hacía difícil de comprender. ¿No debería ser más complicado, más doloroso? Pero ... Mark tenía esa capacidad de hacer que todo luciera fácil y repleto de confianza. No era como papá en absoluto, no como yo lo recordaba, al menos. Sin embargo, y a pesar de que él mismo nos había asegurado que no quería ser un padre postizo para nosotros, encontraba tantos detalles en él que lo hacían ver como una verdadera figura paternal, que cada vez lo veía más como una. Era muy compresivo y bueno con nosotros. Este último par de semanas habían hecho que me diera cuenta de ello y Hoseok estaba de acuerdo conmigo; él no era el hombre que esperaba, pero se me antojaba perfecto para mamá. Por lo bien que había transcurrido esa comida, por la buena relación que empezaba a formarse entre los cuatro, ... Todo había tambaleado mi día.

Aunque ese detalle era sólo eso: la guisa del pastel. Sabía bien qué era lo que me traía tan ausente y dispersa. Esa sensación de incomodidad que me llevaba envolviendo desde la mañana sólo había sido causada por algo en particular. Desde que mantuve esa conversación con Dae, todo había dado un giro para mí. Notaba que eso, en realidad, no estaba ocurriendo. Que las palabras de mi nueva amiga iban dirigidas a alguien más, no a mí, sino a alguien a quién en realidad no le importaba lo que ocurriera con ella o con su entorno y que sólo se preocupara de aconsejarla bien, sin tener ninguna otra cosa en cuenta.

Con el ceño fruncido, acabé cerrando el grifo de la cocina, permitiendo que mis manos se congelasen por unos segundos más, consciente de que yo estaba allí, pero mis recuerdos lo ocupaban todo y ni siquiera estaba atenta a lo que hacía.

Comencé a moverme sin prestar atención a mi alrededor, dejando que mi mente viajara en el tiempo unas horas atrás, al descanso que teníamos después de quinta clase y que ocupé entablando una tranquila conversación con Dae. Sus palabras empezaron a conectarse entre sí, recreando poco a poco el diálogo que habíamos mantenido. Ese que tan trastocada me había dejado.

- Entonces ... ¿Ya lo sabes? ¿Hoseok-oppa te lo contó? -sus ojos estaban cargados de una emoción a la que no supe muy bien cómo enfrentarme.

En el instante en que me habló de ello, justo cuando el timbre tocó, entendí que se refería a lo que los chicos no me habían contado durante los últimos meses. También comprendí que ella siempre lo supo, clavándose como una pequeña astilla en mi piel.

No era envidia, o eso quise pensar. No me importaba que Dae conociera los planes del grupo, es más, lo más sensato era pensar que ella siempre los conoció porque trabajaba con ellos. Pero que yo hubiese sido la última, a pesar de las circunstancias, ... Era verdaderamente extraño.

- Sí. Jungkook me lo dijo cuando volvieron -asentí, acomodándome mejor en la silla-. Es genial.

- ¡Es increíble! Cuando todo empezó yo no iba a clases de baile aún, pero la agencia es como mi segunda casa también, así que ... Bueno, siento que aunque no los apoyé desde el principio, puedo remediarlo ahora -me contó, rebosante de ilusión.

- Me ocurre lo mismo -sonreí débilmente. Jugué con los dedos de mis manos, sintiéndome rara por estar hablando de ese secreto junto a alguien más-. Creo que llegarán lejos.

House Of Cards; jjk |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora