Maya
La cena transcurrió como si nada hubiera pasado. Jungkook se sentó entre Jimin y Namjoon y pasamos un rato en familia. Yo estaba por fin en paz y Kook era la principal razón. La única, para ser más exactos.
Los chicos ocupaban los sofás y el suelo mientras veíamos una película a la que apenas estaba prestando atención. Jungkook y yo estábamos en uno de los sofás, y para no quitar demasiado espacio a los demás, me había sentado casi encima de su regazo. Cada vez que me estremecía por la corriente del aire acondicionado, Kookie tiraba un poco más de mí, pegándome a su pecho. Pegada a su torso, cruzábamos palabras entre nosotros casi en susurros. Había pasado de mirar a la televisión y en lugar de eso jugaba con el nudo de su corbata, recibiendo castos besos robados en los mofletes por su parte.
—Parejita —escuché la voz de Jimin. Lo miré, apartando a Kookie ligeramente de mí para que se entretuviera con mi cuello—, sabéis lo que son los condones, ¿cierto? No me gustaría ser tío tan joven.
—Jiminie —le dije, sonrojada—. No vamos a ... Ni hablar. Yoongi, dile que no exagere.
Min sonrió, al otro lado del sofá, y viró la mirada hasta topar con la mía. Sentí la sonrisa de Kook en mi piel, divertido por mi cohibición y por lo directo que había sido su hyung.
—Sí queréis hacerlo, no os cortéis. Pero si es lejos de mi vista, mejor —se encogió de hombros.
Decidí no decir nada más porque el sonrojo estaba presente en mi rostro y no quería que se burlasen de mí. Jungkook se dedicó a picotear mis mejillas con tiernos besos, diciéndome que no me preocupara. Se acercó a mi oído tras unos minutos.
—¿Quieres dormir en mi casa hoy?
No negaré que me sorprendió que Kookie me propusiera aquello. Solía ser él quien se quedaba en mi casa, no al revés. Pero sabía que, si me había dicho eso, era porque quería que estuviéramos solos. Completamente solos.
Tras pensarlo unos instantes, terminé asintiendo, consiguiendo una linda sonrisa de vuelta.
Cuando le pregunté a mamá, ella no puso ningún problema, es más, me aconsejó que llevara alguna muda de ropa para el día siguiente. Guardé el uniforme limpio y ropa para dormir en mi mochila, y después de despedirme de mi cachorro y de los chicos, di las buenas noches a mamá y a Mark. Esperé a que Jungkook terminara de hablar con Namjoon y terminamos marchándonos.
La señora Jeon estaba de nuevo en un viaje en Japón y el padre de Kookie ... Bueno, me contó sobre el divorcio, así que supuse que no pasaría mucho por casa esos días. Teníamos la casa para nosotros, y saber que nadie nos interrumpiría, me gustaba.
Habían pasado ya un par de horas desde que llegamos y Kook había logrado convencerme para poner Iron Man. Me atrevería a decir que recordaba la película de principio a fin y que incluso podía recitar algún diálogo entre los personajes debido a las miles de veces que la habíamos vista ya, pero no me quejé ni un poco y le dejé ponerla. Si atiborrarme a superhéroes era el precio a pagar por tenerlo a mi lado esa noche, no me importaba pagarlo.
Los dos estábamos en el sofá. Jungkook tumbado y yo a su lado, acurrucada contra su costado mientras la última escena se sucedía. Los créditos inundaron la pantalla y yo me incorporé levemente chocando con sus orbes de lleno. Iba a preguntarle por algo, pero la duda se esfumó en cuanto tomó mi mano.
—¿Te he dicho ya que lo siento?
Con una pequeña sonrisa, me fui deslizando hasta quedar sentada sobre su estómago y poder admirar así la tristeza en su mirada.
—Muchas veces —le contesté.
Casi podía ver su corazón. Al colocar la otra mano sobre la camisa blanca, respiré hondo y me concentré en el bombeo de su sangre, siendo verdaderamente consciente de que si ese órgano latía, yo seguiría viviendo.
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House Of Cards; jjk |+18|
Fiksi PenggemarDonde Jungkook se enamora de la hermana de Hoseok, su mejor amiga de la infancia. -Te quiero, Maya -susurró a mi oído-. Te quiero y haré que te ames por lo que eres. Sin reproches. Sin miedos. Porque tú has sido la luz al final de mi túnel, la única...