Jungkook
Me dejé caer contra la pared del estudio, falto de aire y agonizando en todos los sentidos de la palabra. Apenas podía respirar, todo a mi alrededor giraba, y yo sólo quería salir de ese torbellino que me engullía sin compasión. Desabotoné mi camisa un poco, creyendo que así algo del frío me despertaría, pero no sirvió de nada. El ahogo seguía estrangulando mi garganta, lentamente, acrecentando su agarre y mi dolor.
Sólo había pasado una semana desde que escuché a Maya decir aquello, pero se sentía tan vívido que, si cerraba los ojos, era capaz de recrear su voz, como si estuviera ocurriendo otra vez. Sólo siete días y yo ya estaba al límite, desesperado y confundido. Mi mente trataba de apartar esa nebulosa que me tenía completamente absorto día y noche, pero mi alma se despedazaba cada vez más, recordándome que no volvería a ser como antes nunca más. Que ya no había marcha atrás ni botón de pausa que lograse detener mi angustia, aunque fuera sólo por unos instantes. No podía seguir alejándome de ella. Mi bienestar dependía de ello, y aún así ... Aún así, sólo me quedaba sonreír cuando los veía juntos.
- Jungkook, ¿estás bien?
La voz de Jimin me hizo alzar la mirada para encontrar allí a mi amigo, con el ceño fruncido e intentando recuperar el aliento.
Yo escondí el rostro entre las piernas y revolví mi pelo, sintiendo el sudor resbalar por mi nuca. ¿Cómo podía estar bien si había tomado esa decisión? Era consciente de que sería difícil de llevar, controlarme limitaría mis deseos, pero, nunca pensé que la histeria y la ansiedad se aferrarían de esa forma a mí, recordándome en todo momento lo que estaba permitiendo.
- Kook ... -su llamado se hizo más cercano y deduje que Jimin se había arrodillado frente a mí. Cuando noté sus dedos acariciar con cariño mi cabello, mordí mi labio y agarré mis piernas aún más, negándome a llorar-. ¿Qué tienes? Estás ... Pálido. Me preocupas, gaviota.
Tomé una bocanada de aire, notando ese creciente vacío en mi pecho, y alcé la mirada para chocar con los tristones orbes de mi amigo. Él siguió jugando con alguno de mis mechones y yo apoyé la barbilla en mis rodillas para poder mirarlo a los ojos.
Jimin era tan bueno y tan compresivo que casi creí que algo de mi lamento había calado en él. Su empatía era demasiado grande, o al menos, lo bastante como para percibir mi sufrimiento y querer que yo lo soltara, para así poder compartirlo entre los dos.
Mordisqueé mi labio inferior e hice un intento de sonreír que no llegó a funcionar. Ese tonto gesto hizo que Jimin apartase su mano de mí y centrase toda su atención en mi rostro, en lo mal que debía verme a los ojos de cualquiera.
- El amor no es bonito, hyung -hice un enorme esfuerzo por no quebrarme y le regalé una mueca antes de suspirar-. Duele.
- ¿Es por Maya? -yo no quise responder, lo que él tomó como un sí. Sólo pensar en ella me robaba la vida-. Pero ... Jungkook, vosotros estáis bien, ¿cierto?
- Que estemos bien no significaba que yo lo sienta así -murmuré, intentando mantener ocultos los recuerdos de esa misma mañana, aunque no sirvió de nada.
Cuando salimos de clase, yo la esperé a la salida. Igual que siempre. Verla llegar me alegró mucho. Supongo ... Supongo que por eso el chasco fue mayor al discernir la figura de alguien a su lado. Sus sonrisas, esas que yo no provoqué, me perforaron hasta el punto de querer llorar en medio de todos los chicos que salían. Vi perfectamente cómo Minho se acercó a ella y susurró algo a su oído que la hizo sonrojar.
Maya era preciosa así, feliz y despreocupada. Yo sólo le daba tristeza y preocupaciones.
Cuando estuvieron ante mí, la mirada de Minho me agujereó, pero yo no fui capaz de devolvérsela tan cargada de veneno como habría querido. Sólo observé a Maya, sus adorables pómulos rojos, el nerviosismo que no conseguía esconder por mucho que quisiera, ... Y, aún sintiendo el pecho arder de celos y el corazón crepitar con una intensidad realmente desoladora, mentí a mi amiga. Le dije que me necesitaban para una práctica de urgencia en la academia y ella ... Ella sólo asintió, conformándose con la idea de que me fuera. Puede que se tratara de puro egoísmo por no soportar verlos juntos de camino a casa, pero dio igual, porque ella se fue con Minho, y yo dejé que eso sucediera. Es más, lo causé.
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House Of Cards; jjk |+18|
ФанфикDonde Jungkook se enamora de la hermana de Hoseok, su mejor amiga de la infancia. -Te quiero, Maya -susurró a mi oído-. Te quiero y haré que te ames por lo que eres. Sin reproches. Sin miedos. Porque tú has sido la luz al final de mi túnel, la única...