[3.6] "Y yo te rompí"

1.5K 90 15
                                    

Maya

Su cuerpo amortiguó mis sollozos. Los suyos fueron desapareciendo con el paso de los minutos. Me agarré a su camiseta y regué allí mis lágrimas, sabiendo que él no se iría de nuevo.

Al cabo de unos minutos, yo seguía llorando desconsolada. Él buscaba la forma de hacerme sentir mejor, pero acabó entendiendo que lo único que necesitaba era que estuviera allí. Por eso me alejó de él, pero yo seguí sin discernir más que su silueta por culpa de lo hinchados y llorosos que estaban mis ojos.
Sin embargo, eso no me impidió que comenzara a sentir pequeños y torpes besos por todo mi rostro.

- Lo siento tanto ... Por favor, Maya -sentí sus besos en mi frente, en mi cabello, en mis orejas, en mis húmedas mejillas-. Dime ... Dime que me odias, por favor. Dejarás de echarte la culpa si lo haces. Sólo yo te hice daño. Sólo yo destruí lo que teníamos -fue secando las lágrimas que seguían cayendo por mi rostro con sus labios. Estos se sentían cálidos y no tardaron en sanar todas las grietas y heridas que se habían abierto en mi pecho-. Deja de llorar, te lo suplico ... -su agitado aliento se detuvo en mi nariz y yo mordí mi labio, haciendo lo que me pedía.

Hipé un par de veces y Kookie se alejó de mí, dejando que yo limpiase mi cara entre algún que otro sollozo involuntario por mi parte. Hasta que no empezó a doler, no dejé de restregar mi piel, tratando de eliminar cualquier pista de todas esas lágrimas que habían marcado el son de mi dolor. Me miré las manos y sorbí la nariz, pestañeé un par de veces para descubrir que hasta eso me era difícil.

De pronto, los finos dedos de Jungkook atraparon mi rostro, arrancándome un suspiro por lo placentera que actuó su fría piel sobre la mía.

- Eras tan pequeña -dijo entre susurros justo cuando logré encontrar sus orbes negros. La manera en que me miraba era tan diferente a la de aquella vez, cuando me echó de su vida-, tan vulnerable ... Y yo te rompí.

Sus dedos hacían dulces círculos en mis pómulos, cicatrizando cualquier recuerdo que hubiera surgido minutos antes.

- Lo sigues siendo -aseguró, ladeando sus labios en una diminuta mueca-. Mi pequeña y vulnerable, Maya -respiré hondo y dejé que besara sin impedimento alguno bajo mis ojos, haciendo que un satisfactorio sentimiento se extendiera por mi interior-. Ahora puedo arreglarte, ¿verdad? -con cada roce de sus labios, la calma me rodeaba con más cariño. Cuando  su boca besó mi párpado, yo solté una risa-. Aunque me odies por lo que te hice, deja que te cuide, por favor.

- No ... No te odio -vi cómo sus labios se alzaron, sonriendo más y más.

- Es cierto -dijo antes de besar mi mejilla por última vez-. Es como dice Tae -sus palabras me calmaron al punto de ser como una canción-, no sabes odiar -sus labios viajaron hasta mis manos, y mientras las sostenía, creó un camino de besos imaginarios que me hicieron sonreír hasta que alzó la cabeza y se puso de pie, tendiéndome el brazo-.
Ven.

Fue como un deja vú. El recuerdo más lacerante de todos, el de Kook negándome ayuda después de arrojarme como un trapo que nadie quiere. Ese mismo fue reemplazado al segundo por uno nuevo. Kookie ahora no me rechazaba; me tendía su mano, dispuesto a reparar toda mi existencia si era necesario.

Fuimos hasta mi cama con las manos cogidas. Jungkook me dejó que usara su pecho a modo de almohada y allí continuó susurrándome lo mucho que me quería entre tantas caricias que perdí la cuenta.

House Of Cards; jjk |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora