[6.1] "Busan"

1.7K 76 7
                                    

Maya

—Bebé, tengo una sorpresa para ti ... —escuché, todavía adormilada—. Maya ...

—¿Hhm? —fue todo lo que pude decir después de girarme un poco.

Tanteé con la mano a ciegas hasta chocar con el duro pecho de Jungkook y sentirme aliviada al instante. ¿Cómo podía relajarme tanto poner mis manos en él? Agarré su camiseta en mi puño y tiré de él. Sus carcajadas fueron aproximándose hasta que un suspiro salió de mi boca por su culpa. Había comenzado a besar mi cuello, y él empezaba a descubrir que esa parte del cuerpo era uno de mis puntos débiles. Los besos eran cortos y cálidos, pero se sentían endemoniadamente bien.

—Kookie ... —lo nombré con la voz ronca.

Él se detuvo y deslizó los labios hasta mi lóbulo. Noté cómo el peso de la cama cambió, por lo que deduje que Jungkook se había acomodado encima de mí, a horcajadas.

—¿Quieres que pare? —su aliento me hizo cosquillas en el oído.

—Ah, ah —le negué, ladeando el rostro para que él pudiera continuar con total libertad.

Aquel reguero de besos fue descendiendo hasta volver a mi cuello, entreteniéndose por el camino con mi yugular. Yo me removí bajo él, con el placer recorriendo cada fibra de mi ser. Las caricias de sus labios fueron tornándose húmedas hasta que llegué a distinguir su lengua participar en su particular forma de despertarme.

—Eres tan hermosa ... —deslizó con suavidad parte de la manga de la camiseta que llevaba puesta y fue esparciendo silenciosos besos por mi hombro desnudo—. Y dormida lo eres aún más. ¿Te lo había dicho ya?

Yo quise reír por su flirteo, pero el sueño todavía me abrazaba bastante fuerte y apenas me encontraba consciente. Además de que había que sumarle el hecho de que Jeon Jungkook estuviera sobre mí, en una posición un tanto comprometida, y besándome con una parsimonia que me hacía desesperar.

De pronto, me sentí avergonzaba por permitir que me tocara con tal lascivia. Yo solo dormía con una camiseta, normalmente una suya, así que sentí desprotegida cuando sus dedos, más ansiosos de lo que recordaba, se atrevieron a levantar el borde de mi camiseta. Fue haciendo círculos en mi vientre bajo, a lo que yo contuve la respiración. Su boca fue deslizándose por mi escote hasta encontrar un punto que lo distrajo por completo. Sentí sus dientes morder mi piel con suavidad y comenzar a succionar el lugar. Me estiré hacia atrás, nublada por el velo de un sueño que no acababa de irse y por tener a Kookie mordiendo mi piel.

Él, inclinado sobre mí, se me asemejaba a un animal, deseoso por probarme y llevarse consigo hasta la última pizca de cordura que me quedara.

—Jeon-ssi ... —un jadeo acompañó esa súplica.

Jungkook no se detuvo, sino que la curvatura de sus peligrosos labios me dejó bien claro que, mientras mordisqueaba mi piel y dejaba su marca en ella, sonreía.

Él ronroneó a modo de respuesta en el instante en que mis dedos se dirigieron a su cabello, haciéndome abrir los ojos a pesar de que la situación me invitaba a lo contrario. Vencida a él y a los dulces besos que dejaba allí donde había mordido, escuché sus palabras.

—Jeon ... ¿Ssi? —repitió en tono divertido. Yo lo vi incorporarse, acechándome mientras se mordía el labio y reptaba hasta quedar frente a mí—. Eso es demasiado formal, bebé ... —suspiré cuando hizo que nuestros labios casi chocaran, deteniéndose a tiempo para terminar de hablar—. Pero me gusta.

El beso fue pausado hasta que yo acaricié su nuca, acercándolo más. Jungkook no se contuvo y aumentó la intensidad. El aire corrió fuera de mis pulmones, pero el baile que protagonizaban nuestras comisuras era algo tan hipnótico y sentido que me negué a alejarlo.

House Of Cards; jjk |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora