Maya
Sentí un escalofrío por todo el cuerpo, y me desperté.
Sólo estaba soñando, pero tenía miedo de lo que había ocurrido en ese sueño sin ser capaz siquiera de recordar qué era.
Dejé la mirada fija en el techo, perdida, preguntándome cuántas noches hacía ya que me levantaba así. Puede que sólo hubiesen sido un par, sin embargo, esa mañana, se me antojaron miles.
Apoyé por unos segundos mi mano sobre el lugar en el que mi corazón seguía regulando su ritmo y solté un suspiro.
No quería pesadillas como aquellas. No me importaba tenerlas. El problema llegaba cuando intentaba averiguar qué las causaba y todo volvía a las primeras semanas tras la muerte de mi padre. Puede que ese no fuera el motivo de aquellos sudores fríos al despertarme, pero no quería confirmarlo.
Me desperecé un par de veces e intenté alisar un poco mi pelo. ¿Qué hacía durmiendo en el sofá? Sentada en él, pensé que no me dolía la espalda ni nada por el estilo.
- La gaviota ha sido tu almohada, por si te lo preguntas -una voz me asustó desde el otro lado del salón.
Creí tener todavía los sentidos embotados y que por eso no conseguía darle nombre a esa voz masculina, pero al cabo de unos segundos y tras agarrar las gafas de la mesilla, me di cuenta de que no tenía ni idea de quién me estaba hablando.
Cuando encontré su figura al lado del marco de la puerta, no me sorprendí pese a desconocer la identidad de ese chico. ¿Un ladrón conocería a Kookie?
- Nunca lo había visto tanto cuidar de alguien desde que lo conozco-su rostro se me hizo un poco más visible en cuanto comencé a acostumbrarme a la tenue luz que se colaba por las persianas.
Tenía puesto un jersey de algún color claro y ancho. Tenía los hombros bastante anchos. Los pantalones parecían ser vaqueros, pero seguía sin poder verle la cara.
- ¿Está Maya despierta, Jin? -Tae apareció dando suaves saltos hacia el chico misterioso que resultaba llamarse Jin.
Se volvió hacia mí y pareció descubrir que ya me había despertado porque corrió hasta la ventana y dejó que toda la luz del día me cegara sin piedad. Yo me llevé la mano derecha a los ojos entre quejas por toda esa repentina luminosidad, pero Tae lucía tan feliz que ni siquiera pidió disculpas.
- ¡Maya! -se tiró a mi cuello abrazándome y riendo como un niño de cinco años-. ¿Desde cuándo duermes tanto?
- Tae ... Me ahogas -que Taehyung te abrace como un oso por las mañanas es la mejor forma de empezar del día, lo sé, pero su alegría y energía me estaban aplastando físicamente.
Se alejó de mí con su típica carita de inocencia y preocupación por si había cometido un error irremediable y yo le di un beso en la mejilla cuando no lo tuve aprisionándome las vías respiratorias.
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House Of Cards; jjk |+18|
FanficDonde Jungkook se enamora de la hermana de Hoseok, su mejor amiga de la infancia. -Te quiero, Maya -susurró a mi oído-. Te quiero y haré que te ames por lo que eres. Sin reproches. Sin miedos. Porque tú has sido la luz al final de mi túnel, la única...