Maya
Unas toses ajenas me hicieron abrir los ojos de golpe y sacar al instante la mano que descansaba bajo la camiseta de mi mejor amigo, rezando por no ser descubierta en aquel roce tan íntimo. Jungkook comprendió mi reacción y besó una última vez mi cabello antes de romper el abrazo por la intromisión de Jimin. Yo me alejé de él con la esperanza de que el rubor no fuese demasiado intenso en mi rostro y miré hacia donde nos examinaba Minie. Él tenía esa pícara sonrisa, lo que sirvió para hacerme empequeñecer al instante.
- ¿Interrumpo? -la perversidad estaba implícita en aquella pregunta.
- Tú siempre interrumpes, Jimin -contestó Kookie de pronto.
El aludido se llevó una mano al pecho, ofendido y buscando mi comprensión. Yo rodé la mirada y empujé con suavidad a Jungkook, logrando que Jimin sonriera victorioso. Kookie me miró con esos ojitos lastimosos, haciendo un puchero irresistible para que lo dejase hacer rabiar más a su hyung, pero yo me negué a caer ante sus encantos.
- No funciona -me crucé de brazos, luchando arduamente contra las ganas de gritar lo bonito que era-. Vamos, Kookie. Trata bien a Minie. Es un invitado y, por si lo habías olvidado, mayor que tú.
Jungkook abultó todavía más su labio inferior, crispándome los nervios. Oh, ese chico sabía bien cómo atacarme.
A causa de sus continuos ataques de dulzura, me vi obligada a huir de él, en dirección a Jimin.
- ¿Ves? Ella me quiere más que a ti -le sacó la lengua Jimin.
Yo sonreí ante su juego de críos y eché un último vistazo a Jeon, a punto de marcharme de la cocina. Él ya no se aprovechaba de sus artes de persuasión infantiles, sino que me miraba de esa forma, gritándome su amor con un solo pestañeo. Reprimí la sonrisa y él ladeó la cabeza, más animado.
- Yah, enana, dijiste que era adorable -renegó cuando Jimin se encaminó a molestarle más con su contagiosa risa.
Yo me paré junto a la pared y me encogí de hombros, haciéndole rabiar. Probablemente, cuando Jimin se hubiera ido, no pararía hasta que yo dijera lo que quería escuchar y me atacaría con una horrible sesión de cosquillas, pero me gustaba hacerle rabiar de vez en cuando, así que no cedí y me hice de rogar.
- Puede que Jiminie sea más lindo que tú -la cara de horror fingida de Kookie me hizo sonreír.
Regresé a mi habitación, pero de camino escuché los gritos de Jimin y Jungkook, batallando entre ellos como si tuvieran cinco años otra vez.
- ¡Cásate conmigo, Jung Maya! -vociferó el mayor.
- ¡Ni se te ocurra, Park! -rebatió un Jungkook demasiado metido en el papel-. ¡Jimin, ella es demasiado buena para alguien tan horrendo como tú! -el grito de terror de mi mejor amigo fue el detonante para que yo estallase en carcajadas-. ¡Suéltame! ¡Soy muy joven para morir!
- ¡Serás irrespetuoso! Pues cuida esa boca o te las verás conmigo -le regañó Jimin-. ¡Ven aquí, gaviota!
Reí por su pelea como hacía tiempo no lo hacía y fui directa a mi escritorio. Allí, con sus voces de fondo, tomé mi móvil y encendí la pantalla, dispuesta a llamar a Yoongi para decirle que no podría ir a clase ese día. Salir de casa era lo que menos quería hacer en esos momentos.
Desbloqueé el aparato y abrí la agenda en busca del contacto con su nombre.
- ¡Cariño, tu mejor amigo no deja ...! -hubo un siniestro silencio que se rompió con una burla de Kook que no llegué a entender-. ¡JUNGKOOK, VEN AQUÍ PARA QUE TE DESPELLEJE VIVO, NIÑO! -los gritos de Jimin resonaron por toda la casa.
ESTÁS LEYENDO
House Of Cards; jjk |+18|
Fiksi PenggemarDonde Jungkook se enamora de la hermana de Hoseok, su mejor amiga de la infancia. -Te quiero, Maya -susurró a mi oído-. Te quiero y haré que te ames por lo que eres. Sin reproches. Sin miedos. Porque tú has sido la luz al final de mi túnel, la única...