Maya
- No es justo, yo ... Yo iba ganando -dije soltando el mando de la consola en la alfombra del salón.
Hobi se rió a mi costa mientras yo fruncía los labios, cabreada por no haber conseguido adelantar a su coche en las últimas vueltas del circuito.
- Pero yo soy el número uno en este juego, hermanita, ¿no lo recuerdas? -se mofó de mí, revolviendo mi melena antes de levantarse e ir hacia la televisión. Resoplé, apartando varias mechones que impedían mi visión-. Siempre gano, desde que éramos unos críos.
- Sí, sí. No hace falta que me lo recuerdes -refunfuñé entre dientes.
Me tiré contra el sofá, cruzada de brazos y con la cabeza en otra parte. Específicamente, a unos quince metros, en la casa donde mi mejor amigo debía estar preparándose para su esperada cita con la increíble chica que suspiraba por sus huesos. Seguía sin entender el comportamiento de Kookie. Desde qué saqué el tema de la cita en la preparatoria esa mañana, él había quedado ausente de todo. Volviendo a casa, ni siquiera me atreví a tomar su mano porque lucía molesto y no quería importunarlo. Sólo me quedó claro que estaba demasiado ocupado pensando en algo como para prestar atención a lo que fui diciendo por el camino, pero lo peor de todo fue cuando llegamos a casa y se despidió de mí, diciendo que tenía cosas que estudiar antes de la noche.
Y no voy a hacer como sí eso no me molestase, porque lo hizo.
Estábamos tan unidos, que no importaba si teníamos que estudiar, lo hacíamos el uno con el otro. Así que, cuando me puso esa excusa, cabizbajo, y se marchó a su casa, yo me desinflé como un globo. ¿Había sido yo? ¿Lo incomodé lo suficiente como para preferir estar lejos de mí esa tarde? Llevaba haciéndome esas preguntas desde hacía horas. Ya rondaban las ocho de la tarde y Jungkook debía estar casi listo para marcharse al encuentro de Dae. Y yo de veras quería pasar un rato con él antes de que se fuera con ella.
De repente, sentí el sofá hundirse a mi izquierda, sobresaltándome. Me volví para encontrar a Hobi allí, con los ojos puestos en mí y el ceño algo fruncido. Genial, había conseguido preocupar a mi hermano.
- Y ahora es cuando te enfadas por no poder superar a tu maravilloso y espectacular hermano mayor en un juego de carreras para niños de ocho años -me comunicó, todavía con ese aire de diversión en sus palabras. Levantó una ceja, oliendo que algo me tenía demasiado inquieta-. ¿Qué pasa? Eras mala, pero hoy has roto tu peor récord, Maya.
Cansada de todo, bufé y me apoyé en el respaldo del sofá, cerrando los ojos para evitar que Hoseok viera en ellos todo lo que me tenía despistada. Me avergonzaba ser tan transparente a veces, ¿por qué no podía ser de piedra?
- He tenido un mal día -dije, sabiendo muy bien que una mentira como esa no sería suficiente.
- Ya lo veo -me dio la razón Hobi. Yo entreabrí el ojo para observar su semblante-. ¿Por qué la gaviota no está aquí? ¿Acaso lo has terminado espantando?
Respiré hondo y me encogí de hombros. Puede que fuera eso. Si dije algo que no le había gustado, probablemente, Kookie estaba huyendo de mí. Y si estaba rehuyéndome ... La situación sólo podía empeorar.
- Eso creo -me hundí en el sillón, más desanimada que nunca-. Jungkook debe estar enfadado conmigo.
- ¿Enfadado contigo? No me hagas reír, Maya -soltó una carcajada-. Eso no pasará nunca, y lo sabes.
- Está pasando ahora, Hobi -me maldije mentalmente por haber sacado el tema de Dae de vuelta a casa.
Hubo un pequeño silencio entre nosotros que sólo fue roto cuando mi cachorro, que apareció corriendo desde la cocina con una pequeña pelota de las que chillan cuando son aplastadas, una que Kookie le había regalado un par de semanas atrás.
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House Of Cards; jjk |+18|
FanfictionDonde Jungkook se enamora de la hermana de Hoseok, su mejor amiga de la infancia. -Te quiero, Maya -susurró a mi oído-. Te quiero y haré que te ames por lo que eres. Sin reproches. Sin miedos. Porque tú has sido la luz al final de mi túnel, la única...